Piden especialistas de la UAdeC reforzar psicológicamente al paciente diabético
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Las nuevas concepciones de salud implican centrarse en el paciente con diabetes desde diferentes aspectos, incluido la conducta, que incide directamente en la prevención o tratamiento
Una enfermedad multifactorial, como la diabetes, es necesario abordarla desde diferentes disciplinas, entre ellas la psicología, con la finalidad de alcanzar una salud integral y mejor calidad de vida para el paciente.
De acuerdo a esta apreciación del doctor Joel Zapata Salazar, profesor investigador de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdec), las nuevas concepciones de salud implican centrarse en el paciente con diabetes desde diferentes aspectos, incluido la conducta, que incide directamente en la prevención o tratamiento.
“A partir de que se redefine la salud en términos de un estado de equilibrio de bienestar físico, mental y social, es cuando se ve la necesidad de que intervengan otros profesionales de la salud que no eran necesariamente el médico y la enfermera, como tradicionalmente los concebíamos.
“Implica regresar a la persona, ver que esas sintomatologías se presentan en una persona que tiene actividad y una forma de vida concreta, que vive en un contexto social determinado y eso hace que otros profesionales intervengan”.
A decir del especialista, todo eso que el paciente hizo o dejó de hacer tiene que ver con conductas que condujeron a la diabetes y repercute en su tratamiento.
En muchas ocasiones la diabetes se presenta en la edad adulta, pero viene de muchos años atrás y ahí es donde hay que incidir. “La psicología no va a curar la diabetes, pero va a ayudar a manejarla cuando se presenta el diagnóstico”, señaló Zapata Salazar.
Explica que como seres humanos somos unidades biopsicosociales, nada que pase en el cuerpo va a dejar de incidir en la mente y viceversa, se trata de procesos psicosomáticos y somatopsíquicos. De forma natural, una persona que tiene el diagnóstico de una enfermedad crónica va a presentar, a mediano y largo plazo, síntomas psíquicos importantes, donde se pueden presentar psicopatologías como ansiedad y depresión.
“Cuando empiezan a presentarse las complicaciones de la diabetes se acentúan los síntomas de ansiedad y luego los de depresión. Pero empiezan de una manera tan sutil y se van naturalizando, la persona como que se va acostumbrando, pero sabemos que con psicoeducación, orientación adecuada, corrigiendo patrones, tanto cognitivos como conductuales, los síntomas se podrían retrasar”, señala Zapata Salazar.
Por su parte, Angélica María García Morales, estudiante de la maestría en psicología clínica de la Uadec, destaca que la diabetes debe abordarse mediante programas de trabajo en dos ejes principales: la psicoeducación y la intervención, ya sea durante la prevención o una vez ya diagnosticada.
La intervención psicológica es necesaria cuando existe una clara manifestación de ansiedad y existe un diagnóstico de diabetes de por medio. Trabajar sobre las formas de percibir la vida, manejarla de forma distinta y tener logros como la adherencia al tratamiento.
Añadió que otro aspecto importante a revisar es el apoyo familiar, ya que la enfermedad afecta no solo al paciente, sino que se extiende a su núcleo más cercano que también requiere atención.
“Decimos que sí es una enfermedad familiar, hay que cambiar todos de hábitos, como con la alimentación, y empezamos a ver negación en los integrantes de la familia por no ser los enfermos.
“Hay que ir modificando también esos patrones e ir entendiendo, ir haciendo ese cambio, pero no es sencillo. Es apoyo para el paciente, pero también apoyo para la familia para que no caigan en eso”, enfatiza la especialista.