Profes prefieren atenderse en hospitales particulares que acudir a las clínicas del Magisterio en Coahuila
Ni siquiera fueron transformadas para atender a pacientes COVID porque no están ni siquiera preparadas para eso
Debido a la falta de insumos médicos, infraestructura y recursos en las clínicas del Magisterio, los maestros están falleciendo en sus casas, no solo por COVID-19, sino por padecimientos crónicos. La situación es alarmante y también se está pidiendo que el Fondo de Resistencia Sindical del SNTE se utilice para ayudar a los deudos de quienes han fallecido durante la pandemia, explicó Francisco Gaytán Rodríguez.
El representante de Maestros por México en Coahuila dijo que hay una petición para que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que a nivel nacional dirige el coahuilense Alfonso Cepeda Salas, utilice el millonario Fondo de Resistencia Sindical, que hasta ahora es opaco en su manejo, para que apoyen a las familias de los profesores fallecidos en todo el País.
“Estamos batallando en cuestiones de salud por la falta de medicina, de infraestructura en las clínicas y esta pandemia ha demostrado la poca operatividad que han tenido los dirigentes para resolver el problema, porque no se han apegado al recurso que nos toca y nos corresponde”, dijo Gaytán.
Explicó que ha hecho giras por toda la entidad y encontró “un hartazgo de los maestros. Con esto de la pandemia están desesperados porque no tienen a dónde acudir a atenderse de COVID y otros padecimientos. Los maestros están falleciendo en sus casas porque prefieren atenderse en su casa que en las clínicas del Magisterio”.
Aseguró el coordinador de Maestros por México que las Clínicas del Magisterio en Coahuila son un foco de infección de COVID-19, porque no se ha invertido el recurso necesario. Ni siquiera fueron transformadas para atender a pacientes COVID porque no están ni siquiera preparadas para eso.
De acuerdo con la Sección 38 del SNTE, tienen más de 160 casos de COVID-19, lo cual es algo vergonzoso para el gremio porque muchos de los maestros que fallecieron ni siquiera fueron atendidos en las clínicas.