Saltillo: Cuando ellos envejecen: cuidar a nuestras mascotas senior es agradecer su amor incondicional
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Dormir más, comer menos o perder interés en el juego pueden ser señales de que un perro o gato necesita atención geriátrica. Detectar a tiempo los cambios garantiza una vejez plena a nuestros compañeros de vida
El envejecimiento no es exclusivo de las personas. Nuestras mascotas también llegan a una etapa donde el descanso prolongado, la pérdida de apetito o la resistencia a jugar ya no son simples caprichos, sino posibles señales de que atraviesan la etapa senior.
En el caso de los perros, esta etapa inicia a partir de los 7 años; en los gatos, después de los 10. A partir de ese momento, requieren nuevos cuidados, una atención médica más especializada y, sobre todo, una observación más cercana por parte de sus tutores.
En Saltillo se calcula que existen 125 mil perros en situación de calle, muchos de ellos ya de edad avanzada.
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De acuerdo con especialistas, 6 de cada 10 hogares mexicanos cuentan con al menos un perro y, de ellos, más de una cuarta parte (27%) son adultos mayores. Este porcentaje va en aumento gracias a la medicina preventiva, que hoy permite vidas más longevas y con mayor calidad.
Los animales de compañía en edad avanzada son más vulnerables a enfermedades crónicas como diabetes mellitus, insuficiencia renal, osteoartritis, hipertensión o problemas cardiacos. Muchas veces los primeros avisos no se manifiestan con dolor evidente, sino con cambios en la conducta: comer menos, dormir más horas, mostrar poco interés en el juego, evitar escaleras o presentar pérdida de peso inesperada.
“El hecho de que una mascota no muestre dolor no significa que esté completamente sana. Detectar cualquier alteración a tiempo es fundamental para prolongar su calidad de vida y acompañarlos en esta nueva etapa”, subrayó el médico veterinario Alejandro Sánchez.
Entre los síntomas silenciosos a los que se debe prestar atención destacan: beber más agua de lo normal, orinar con mayor frecuencia, halitosis, encías inflamadas, desorientación, ansiedad o cambios en la sociabilidad.
El sistema inmunológico también envejece, proceso conocido como inmunosenescencia, lo que incrementa la vulnerabilidad a infecciones y parásitos. Por ello, los expertos recomiendan mantener esquemas de vacunación y desparasitación al día, además de revisiones veterinarias periódicas.
En este sentido, los planes geriátricos para mascotas se convierten en una herramienta clave para tutores responsables. Estos contemplan revisiones médicas más frecuentes, análisis clínicos, control nutricional, chequeos dentales, evaluaciones de movilidad y monitoreo de enfermedades crónicas. Asimismo, adaptar la rutina con paseos más tranquilos o camas más cómodas puede marcar la diferencia en su bienestar.
“Cada etapa de la vida de nuestras mascotas merece ser vivida con plenitud. En el marco del Día del Anciano, también debemos mirar con cariño a los perros y gatos mayores y reconocer sus nuevas necesidades”, concluyó Sánchez.
Cuidar de un animal en su vejez es, además, un acto de gratitud. Han sido compañeros, confidentes y parte de la familia; retribuirles con atención y amor en esta etapa es la mejor forma de agradecer su lealtad y afecto incondicional.