Saltillo enfrenta una crisis silenciosa: 9 de cada 10 adultos tienen problemas dentales
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En medio del trajín diario y las tortillas de harina, hay un problema silencioso que aqueja a gran parte de la población de Saltillo: las caries. Así lo cuenta el doctor Armando Rodríguez Costeyra, médico cirujano dentista egresado de la Facultad de Odontología de la Universidad Autónoma de Coahuila, quien tiene ya 11 años en consulta privada, además de experiencia en el SNTE Sección 38 y en el DIF Ramos Arizpe.
“El problema más común en Saltillo son las caries y las enfermedades de las encías”, asegura el especialista. Y aunque no es algo exclusivo de nuestra ciudad, aquí sí se nota bastante.
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De hecho, las cifras que maneja son para quedarse con el ojo cuadrado: cerca del 51 por ciento de los niños de apenas 2 años ya tienen caries, y ese porcentaje se dispara hasta el 76 por ciento cuando cumplen 5 años. ¿Y los adultos? Pues 9 de cada 10 coahuilenses tienen problemas de salud bucal. Así como lo lee: 9 de cada 10.
Según el doctor Rodríguez, la receta para prevenir todo este desastre dental no es complicada, pero sí requiere constancia: cepillarse los dientes al menos dos veces al día con pasta fluorada, usar hilo dental (aunque nos gane la flojera), evitar los azúcares a toda hora y, claro, visitar al dentista aunque no nos duela nada. Además, el flúor aplicado en casa o en el consultorio puede hacer maravillas para fortalecer los dientes.
La atención odontológica, explica, debería ser integral y preventiva, no solo correr al dentista cuando ya hay dolor. Esto implica revisiones clínicas completas, enseñar al paciente cómo cuidar sus dientes, poner sellantes, aplicar flúor y tratar las caries en cuanto se detecten, ya sea visualmente, con radiografías o usando técnicas de fluorescencia.
¿Y qué pasa si uno deja pasar una caries como si nada? Pues no solo es el dolor, sino que puede afectar la manera en que comemos, hablamos y hasta dormimos. Además, los problemas estéticos afectan la autoestima, y si la cosa se pone fea, hasta se pueden perder dientes, lo que complica la vida y el bolsillo.
Así que ya lo sabe: más vale sacar tiempo para cuidar la sonrisa antes de que el problema se vuelva una pesadilla dental.