Se manifiestan contra ‘saqueo del agua’ en Saltillo

A las 8:20 horas de este lunes, un grupo de ciudadanos y estudiantes se congregó en el cruce del bulevar Venustiano Carranza con la avenida Universidad, en Saltillo, para protestar contra lo que consideraron un “saqueo del agua” en la capital.

El movimiento, que rápidamente creció de unas ocho personas iniciales a unas 30, demandó acciones concretas frente a lo que calificaron como una crisis hídrica que afecta principalmente a los habitantes de la ciudad debido a las operaciones de empresas, además de presuntas deficiencias en la gestión de la paramunicipal Aguas de Saltillo.

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La convocatoria a esta manifestación surgió después de que se difundiera información sobre la construcción de una planta de Coca-Cola en el cruce del bulevar Fundadores y la avenida Luis Donaldo Colosio. Sin embargo, el 5 de junio, Arca Continental, uno de los principales embotelladores de Coca-Cola, aclaró que lo que se está construyendo es un centro de distribución (CEDI), que no contará con procesos industriales de producción, sino que se dedicará exclusivamente al almacenamiento y distribución de productos en la región.

A pesar de esta aclaración, los manifestantes señalaron que, durante más de medio siglo, tanto el gobierno de Coahuila como el de Saltillo, junto con la paramunicipal Aguas de Saltillo, han manejado de manera inadecuada los recursos hídricos de la ciudad, explotando los mantos acuíferos y provocando una severa sequía. Según los manifestantes, la situación es tan crítica que el agua de la ciudad no alcanzará para más de 30 años.

“Estamos viviendo una escasez extremadamente grave, que ha sido ignorada por las autoridades municipales, que continúan otorgando concesiones y permisos a empresas privadas sin consultar a la ciudadanía. No se prioriza el consumo de agua para los habitantes de Saltillo”, expresaron. Además, señalaron que, a través de redes sociales, la ciudadanía ha manifestado un fuerte disgusto, aunque muchos no pudieron asistir a la manifestación debido a compromisos laborales y escolares.

También mencionaron que, a lo largo de los años, personas con experiencia en la gestión del agua en Saltillo han intentado alertar a las autoridades, pero sus advertencias han sido desestimadas. “Lo que se nota es una total indiferencia por parte de las autoridades ante esta situación”, dijo una de las manifestantes.

En su declaración, el grupo destacó que el medio ambiente en Saltillo se ha convertido en un negocio, donde el agua se privatiza y las áreas naturales se entregan a intereses privados. Recordaron que hace 25 años el servicio de agua fue privatizado bajo la administración de Aguas de Barcelona, sin que hasta la fecha se hayan resuelto problemas como las fugas de agua o se haya mejorado el servicio, mientras que el costo del recibo ha ido en aumento.

“Se sigue lucrando con la explotación de nuestros acuíferos, mientras el municipio guarda silencio. Y no es casualidad: los parques industriales crecen, los permisos a las empresas se otorgan sin considerar las necesidades de los habitantes de Saltillo, y las empresas no rinden cuentas sobre cuánta agua utilizan o desperdician”, expresaron los manifestantes.

Asimismo, denunciaron que, mientras las presas de la región se reducen y las colonias populares sufren cortes de agua, las maquiladoras no tienen problemas de suministro. “Saltillo se está secando, pero no es por la naturaleza, es por el saqueo”, afirmaron.

Entre las principales demandas de los manifestantes figuran la cancelación de la extensión del contrato de asociación con Aguas de Barcelona, lo cual garantizaría que la operación de la empresa mixta Aguas de Saltillo se prolongue por seis años más. Además, exigen la remunicipalización del servicio de agua bajo control ciudadano, con concesiones públicas y auditables.

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“Es urgente implementar un plan contra las fugas y la sobreexplotación, con una vigilancia ciudadana. El agua es del pueblo, no de las empresas”, reclamaron.

Finalmente, en relación al crédito de 120 millones de pesos aprobado por el Congreso del Estado y, anteriormente, por el Ayuntamiento de Saltillo para Aguas de Saltillo, los manifestantes lo consideraron una medida incoherente: pedir préstamos para resolver el problema del agua mientras se siguen otorgando concesiones y firmando acuerdos con empresas privadas.