Sufre bebé serias quemaduras en rancho de Zaragoza, ya la atiende el Materno Infantil de Saltillo
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Ayer miércoles por la mañana, en un rancho cercano a Zaragoza, Coahuila, cuando Paloma Ramírez Olivas y su familia iban a cocinar a la intemperie, algo habitual en zonas rurales; sucedió un percance por el que la joven mujer y su hija Dulce María sufrieron serias quemaduras.
Fue la bebé de apenas tres meses de nacida quien sufrió la peor parte, ya que el fuego alcanzó sus extremidades y una parte del rostro; mientras que a Paloma el fuego le afectó los pies.
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Refiere Paloma que su hermana, para encender el fuego, tomó un bote con gasolina pero al manipularlo, y ya con la llama encendida, se le escapó el tapón de las manos y la llamarada que se generó las alcanzó a las dos.
De inmediato apagaron a la menor y como pudieron salieron del rancho rumbo a Allende Coahuila, donde podrían darles atención.
LA ODISEA PARA ENCONTRAR AYUDA
Fue en el Centro de Salud de Allende donde estabilizaron a la bebé y empezaron los trámites para canalizarlas al Hospital General Salvador Chavarría, en Piedras Negras, donde a decir de Paloma, se negaron a recibirlas.
Se exploraron varias opciones y cuando se decidió traer a la bebé a Saltillo, quedaba el asunto del traslado.
Como en la red de centros de salud de la región se sabía del caso, fue desde el Gobierno de Sabinas de donde salió la ambulancia rumbo a Allende para trasladar a la paciente a esta ciudad.
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Cuando la ambulancia llegó, alrededor de las 14:00 horas, la bebé había sido estabilizada y tanto ella como su madre y su abuela, Sandra Olivas, fueron trasladadas sin escalas al Hospital Materno Infantil, donde hasta el momento atienden a la niña.
DEL DIAGNÓSTICO Y LO QUE SIGUE
La niña presentó quemaduras de primero y segundo grado en brazos y piernas, además de una parte del rostro. Cuenta Paloma que también le afectó el ojo derecho.
Desde que llegaron, la noche del miércoles, se le dio atención a Dulce María, la bebé, y ha respondido bien al tratamiento, que de inicio fue de limpieza en el área quemada.
Como las quemaduras de segundo grado pueden ser muy dolorosas y tardan varias semanas en sanar, a la bebé se le aplicó medicamento para el dolor, dijo la madre; por lo que está tranquila.
Cuenta que ella está con la niña en el hospital en todo momento, ya que aún la amamanta, mientras que su madre y abuela de Dulce María espera afuera.
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Dijo además que espera llegue el especialista, para que decida el tipo de tratamiento que se le dará a su hija.
Para las heridas que sufrió Paloma en los pies y que le molestan al caminar, no le pudieron dar nada en la clínica, ya que es para atención de infantes y ella se atendió en otro lugar. “Aún me molestan las ampollas”, cuenta.
DE LA OTRA PREOCUPACIÓN
Si bien el que su bebé sea atendida por especialistas la tranquiliza, a Paloma le preocupa el costo de las medicinas y el cuidado médico, ya que sabe que todo se cobra. Así se lo han hecho saber y lo entiende, porque apenas este jueves por la mañana autorizó que a su hija le coloquen un catéter que facilite la recolección de sangre y la aplicación de medicamento, ya que afecta a la bebé tener que canalizarla periódicamente.
Cuenta Paloma que ellas son de Nava, Coahuila, y que a Zaragoza fueron a visitar a un hermano y a su cuñado, al rancho donde apenas tienen unos días trabajando.
Refiere que como no está trabajando no cuenta con seguro y que vive una situación complicada porque tuvo que dejar a su hijo de seis años al cuidado de su hermana.
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Luego agradeció el apoyo que ha recibido y la atención para su hija y ahora espera una buena recuperación de Dulce María, que a sus tres meses poco se da cuenta de lo que pasa.
Si quieres ayudar, Paloma y su bebé están en el Hospital Materno Infantil pasando un difícil trance, su teléfono es el 862 123 60 94.
