¿Te ha pasado? Señalan que antros y bares al norte de Saltillo discriminan a la clientela por como lucen
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En Saltillo, algunos antros ubicados en la zona centro y el norte de la ciudad discriminan a la clientela, al negar el acceso a hombres y mujeres por su color de piel, vestimenta, sobrepeso, aspecto físico, condición socioeconómica y edad; o bien, al interior de los negocios reciben un trato grosero o de plano les piden pagar la cuenta, abandonar el lugar e irse a otro más “acorde” para ellos.
Otro acto de discriminación consiste en asignar lugares para sentarse en razón a la clase social que los clientes aparentan, es decir, espacios diferenciados en función del nivel socioeconómico que representa la clientela.
La diputada Mayra Valdés González (PAN) informó que en Saltillo al menos 7 negocios incurren en discriminación. A nivel estatal, en lo particular ha recibido más de 80 quejas en ese sentido, principalmente de jóvenes.
Los dueños, gerentes o responsables de los establecimientos no pueden argumentar que tienen derecho de exclusividad, pues la Ley Federal de Protección al Consumidor refiere en su Artículo 58 que “el proveedor de bienes, productos o servicios no podrá negarlos o condicionarlos al consumidor por razones de género, nacionalidad, étnicas, preferencia sexual, religiosas o cualquiera otra particularidad”.
Establece que: “Los proveedores de bienes y servicios que ofrezcan estos al público en general. no podrán establecer preferencias o discriminación alguna respecto a los solicitantes del servicio, tales como selección de clientela, condicionamiento de consumo, reserva del derecho de admisión, exclusión a personas con discapacidad y otras prácticas similares, salvo por causas que afecten la seguridad o tranquilidad del establecimiento, de sus clientes o de las personas discapacitadas”.
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La discriminación inicia en el acceso, principalmente discotecas y bares, donde los cadeneros o encargados del control de acceso, reciben órdenes y cursos de “capacitación” para saber qué personas pueden entrar; asimismo, se niega el acceso con el pretexto de que está lleno, no hay mesas o sillas disponibles, cuando a simple vista hay lugares disponibles, refirió la diputada.
En otros casos, en ladies bar, bares y similares, para reservar se pide enviar foto de la persona y, en su caso, del grupo de amigos completo. Por el aspecto que tienen por la ropa, edad, peso y otras características, se concede o niega la reservación.
Otro acto discriminatorio, consiste en ofrecer descuentos especiales a determinados clientes y segregan a otros, lo que prohíbe la Ley de Profeco. En otros, les indican que la vestimenta no es adecuada, cuando al interior ha personas vestidas de manera similar y a otras personas les piden retirarse porque “ya bebieron demasiado”, cuando es falso, o les informan que las personas con sobrepeso “incomodan” a otros clientes.
“Como legisladora, desde el año pasado he recibido reportes y quejas de unas 80 personas, con edades de los 20 a los 60 años, por haber sufrido discriminación en centros de entretenimiento, principalmente en esta capital”.
Por ello, propone adiciones a los artículos 64 y 65 de la Ley para Regular la Venta y Consumo de Alcohol en Coahuila para obligar a los propietarios o encargados de los establecimientos a implementar medidas y brindar capacitación al personal para evitar actos discriminatorios contra la clientela, así como prohibir la realización de dichos actos en cualquiera de sus formas en contra de la clientela.
