Torreón: Ningún apoyo brinda el Club Santos a los lesionados del atropellamiento masivo

TORREÓN, COAH.- En tanto que el Municipio solo ha enviado a elementos de Tránsito y Vialidad a donar sangre, del Club Santos Laguna no se ha recibido ningún tipo de apoyo para la recuperación de Octaviano León Cruz, de 50 años, al que los médicos del Hospital Ángeles le pudieron salvar su pierna izquierda tras ser arrollado en el exterior del TSM, luego del encuentro entre los Rayados de Monterrey y el equipo lagunero.

“Hasta el día de hoy, de la directiva del Santos el apoyo ha sido nulo, nadie se ha acercado a brindarnos de perdido asesoría legal”, dijo Héctor Verdín Degollado, cuñado del lesionado, entrevistado este mediodía en una de las salas de un hospital privado.

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Menciona que a pesar de que Octaviano carece de seguridad social por tener un empleo eventual y de que el seguimiento médico será por largo tiempo, no le están pidiendo dinero a nadie, “y todo por unos irresponsables”.

El lesionado era esposo de Maribel Mercado Gallegos, la madre de familia que pereció en el estadio a consecuencia del atropellamiento masivo en contra de los aficionados regios.

Es el Club Deportivo Monterrey, coloquialmente conocido como “Rayados”, es el que se está haciendo cargo de los gastos médicos de Octaviano, cuando no tiene ninguna responsabilidad, está cubriendo todo, dijo el entrevistado.

Por el momento dice no están ocupando nada para la recuperación del aficionado regio, solo las oraciones de todo el mundo, pues la directiva del Monterrey les está brindando todo, gastos médicos, alojamiento y alimentos a quienes cuidan al lesionado.

En el hospital privado donde Octaviano recibe atención, se encuentran internados otros tres de los heridos tras el atropello masivo a la salida del recinto deportivo.

El Club del Futbol Santos se ha deslindado de lo ocurrido, porque dice que el incidente se registró afuera del estadio, cuando el grupo de seguidores del Monterrey recibió órdenes de desalojar las instalaciones, por parte de elementos de seguridad privada del estadio.

Sin embargo, la porra del Monterrey suplicó a los guardias que no los sacaran, dada la rivalidad que existe con los aficionados del Santos Laguna, lo cual es de todos conocido, pero los sacaron y fue ahí cuando se dirigieron a comprar elotes.

En ese momento los seguidores de Santos Laguna empezaron a agredir a los de Monterrey, les lanzaban proyectiles, lógicamente que los regios respondieron y fue cuando la camioneta dio vuelta en “U”, contra los aficionados de la Pandilla.

“No entiendo por qué dicen que fue un accidente, cuando la camioneta se regresó, recorrió unos 500 metros en sentido contrario y embistió al grupo, fue directamente contra la afición de Monterrey”, relata.

Al momento que se produce el incidente, ya no había elementos de seguridad, los policías que llegaron más tarde solo se quedaban viendo a la mujer que ya no contaba con signos vitales y a los heridos.

Tampoco a la afición regia se escoltó hasta la salida de Torreón, como en otros partidos entre Santos Laguna y Rayados de Monterrey, pero dicen que sí.

‘NO FUE ACCIDENTE; FUE UNA ACCIÓN PREMEDITADA’

Verdín Degollado refuta la versión de las autoridades en el sentido de que lo ocurrido se trató de un accidente; “No fue un accidente”, asevera, porque unos minutos antes los tripulantes de la camioneta se bajan a lanzar piedras a los aficionados regios.

“Antes del percance, la camioneta se detuvo, se bajan los tripulantes y los que iban en la parte de atrás empezaron a lanzar piedras al grupo de aficionados del Monterrey, luego se suben, avanza la camioneta, pero se devuelve a matar gente”, es lo que sabe por voz de su cuñado.

Refiere también que era el muchacho el que iba manejando la camioneta, “pero ahora le quieren echar la culpa a la mujer”, es la versión de los compañeros de Octaviano.

“La mona se bajó de la camioneta, pasó frente al grupo de aficionados visitantes e intentó subir, pero debido a su estado de ebriedad, histeria y nerviosismo, no lo pudo hacer y se quedó, mientras la camioneta avanzaba”, asevera finalmente.