Alumnos de la UAdeC logran liberación de mujer violentada, acusada de asesinar a su pareja en Torreón
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El proyecto “Inocente”, de la Facultad de Jurisprudencia, y la determinación de la jueza, sientan un precedente al ser el primer caso en Coahuila en que se aplica sobreseimiento con perspectiva de género
“Inocente”, el proyecto formado por alumnos de Jurisprudencia de la UAdeC, logró la liberación de Lizbeth –joven madre acusada de asesinar a su pareja, quien la violentaba frecuentemente–, luego de que su caso fuera el primero en en el estado en que se aplica sobreseimiento (suspensión del procedimiento judicial) con perspectiva de género.
Casi año y medio después, la mujer originaria de Torreón, de 27 años, se reencontró fuera de prisión con sus tres hijos la tarde del viernes 7 de septiembre, confirmaron integrantes de la clínica jurídica gratuita “Inocente”.
“Tomamos su caso después de analizar varios, porque su defensor de oficio, asignado por el Estado, ni siquiera iba a verla”, dijo Ricardo Giovanni Hernández, coordinador del proyecto, integrado por estudiantes de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) de entre 20 y 22 años.
Sobre la resolución, resaltó que el caso sienta un precedente, porque la jueza María Luisa Valencia resolvió tomando en cuenta la violencia que sufrió por parte del fallecido.
Además, libraron obstáculos como la demora en la entrega de las copias del expediente, algo que normalmente se resuelve –expusieron– en una hora, y en este caso llevó seis meses.
‘CREÍA QUE ESTABA PARA SERVIRLE’
De acuerdo con el testimonio de Lizbeth, el 10 de abril de 2017, la discusión que derivó en la muerte de quien fuera su pareja comenzó porque ella se negó a servirle refresco en la casa que compartían con primos de él, en Torreón.
“A las 18:00 veo con molestia que esta toda la casa tirada, esto por culpa de sus primo, porque se fueron a vivir con nosotros, aun en contra de mi voluntad. Yo le hice ver mi molestia a mi pareja, pero nunca me hacía caso, creía que estaba para servirle.
“(…) Total, que en ese momento empezamos a discutir con su pareja y yo, porque me decía que no fuera huevona y que le sirviera coca a él y a su primo, que para eso era su vieja”, relató Lizbeth en su declaración.
Así, la discusión subió de tono: Él la acusó de tener otra relación y terminó por correrla de la casa.
“Yo sentí miedo, así que le dije que sí me iba ir y empecé a empacar mis cosas, pero eso lo molesto más, porque agarró un cuchillo y me dijo que no me iba ir ni soñando, que antes muerta que dejarlo, que lo tenía harta por no saber ser agradecida.
“(…) Empezó a perseguirme con el puño cerrado y el cuchillo en él, amenazándome, yo lo que hacía era patearlo para que se alejara de mí, de hecho primero me tiro al piso, y ahí me empezó como a ahorcar y empezamos a forcejear, pero en un momento del forcejeo supongo que se encajó el cuchillo o algo por el estilo, porque se quedó como hincado y yo aproveché para patearlo, para quitármelo de encima y entonces vi que se empezó a hacer un charco de sangre”, continuó.
De acuerdo con su narración, el hombre gritó entonces: “¡Ya valió madres!”, momento en que entraron sus primos y le preguntaron si había sido ella quien le había encajado el cuchillo.
Cuando fue requerida por las autoridades, para que reconociera el cadáver de su expareja, elementos de la policía fueron por ella. En la Fiscalía General del Estado (FGE) la arrestaron y llevaron a la cárcel de Torreón, donde permaneció hasta el viernes pasado.
MILLENIALS, DE LA SELFIE A LA JUSTICIA
El caso de Lizbeth es el primero que resuelve “Inocente”, un proyecto mediante el cual un grupo de alumnos de Jurisprudencia entrevistan a internos de penales varoniles y femeniles, para seleccionar casos de personas que son candidatos para la asesoría sin costo.
VANGUARDIA publicó el 23 de junio de este año en Semanario el texto “¿Culpable o no? Millennials, de la selfie a la justicia”, de Quetzali García, en el que se aborda la labor de esta clínica jurídica y el caso de la “Señora A”, una mujer que lleva dos años en la cárcel sin ni siquiera haber sido juzgada, y cuya confesión fue obtenida mediante tortura y otras violaciones a derechos humanos.
Con información de Quetzali García y El Universal