Tribunal Electoral desecha impugnación de la coahuilense Dora Alicia Martínez, excandidata a ministra de la SCJN

CIUDAD DE MÉXICO.- El Tribunal Electoral desechó este miércoles la impugnación interpuesta por Dora Alicia Martínez Valero, excandidata a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por supuestamente haber sido presentada 22 segundos fuera de tiempo y por no haber cumplido con los plazos establecidos entre el 6 y 9 de junio, fecha en que concluyeron los cómputos distritales.

Mediante un comunicado público, Martínez Valero calificó como absurda y materialmente imposible esta determinación del Tribunal, argumentando que los lineamientos para impugnar fueron poco claros y que su equipo no contó con representantes en los consejos distritales, lo cual imposibilitó una actuación en los términos que ahora se le exigen.

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“El principio de certeza no puede ser opcional ni negociable”, expresó la excandidata, al señalar que lo sucedido en este proceso marca un precedente que debe atenderse para garantizar elecciones judiciales más transparentes en el futuro.

Martínez Valero lamentó que su impugnación haya sido rechazada por un criterio técnico desproporcionado, como lo es el conteo de segundos, en un proceso que, según ha denunciado, careció de reglas claras, apertura informativa y garantías mínimas de participación para quienes no formaban parte de estructuras partidistas o institucionales dominantes.

“Mi exigencia no es personal, es por algo más grande: que nunca más se minimice el derecho de la ciudadanía a exigir justicia”, concluyó.

La impugnación presentada por Martínez Valero formaba parte de una serie de recursos que buscaban cuestionar las condiciones en las que se llevó a cabo la llamada Elección Judicial, proceso inédito que suscitó amplias críticas por parte de juristas, académicos y organizaciones civiles debido a su opacidad y limitada participación ciudadana.

Con esta resolución, el Tribunal cierra una de las últimas oportunidades legales para revisar el fondo de una elección judicial que, en palabras de la excandidata, “marcó un antes y un después” en la forma de elegir a los más altos cargos del Poder Judicial.