Vacaciones en Juzgado, factor que podría retrasar la caída de AHMSA
Hoy, 4 de agosto, se cumple el plazo de la segunda prórroga en el Concurso Mercantil de Altos Hornos de México (AHMSA), y la comunidad laboral y la región que depende de esta emblemática siderúrgica enfrentan una creciente incertidumbre.
El Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Concursos Mercantiles se encuentra al borde de dictar una resolución que podría declarar la quiebra definitiva de la empresa, una decisión temida y esperada desde hace más de un año.
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La posible quiebra de AHMSA no solo afectaría a miles de trabajadores sindicalizados y empleados de confianza, sino que también tendría un impacto devastador en la región que depende económicamente de la compañía.
La situación financiera de AHMSA ha sido una preocupación constante, y una declaración de quiebra representaría un punto crítico en la historia de la industria siderúrgica mexicana.
‘UN RAYO DE ESPERANZA’
Sin embargo, hay un rayo de esperanza para los empleados. El personal del juzgado, que actualmente está de vacaciones, podría retrasar la declaración de quiebra.
El Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Concursos Mercantiles de la Ciudad de México se encuentra en un período vacacional que abarca la primera quincena de agosto, y aunque se ha previsto la presencia de personal de guardia entre el 1 y el 15 de agosto, la culminación del proceso podría retrasarse dos semanas adicionales debido a la delicadeza del caso.
Ruth Haggi Huerta García, titular del juzgado, ha mantenido en reserva la fecha exacta de la resolución.
Esta sería la última oportunidad para la empresa, ya que no se contempla una nueva prórroga.
En juego están más de 40 mil millones de pesos que AHMSA debe a sus operarios y empleados de confianza por concepto de finiquitos y salarios caídos.
De acuerdo con la legislación vigente, en caso de quiebra, los afectados solo recibirían el 50% de sus pagos por terminación, o incluso menos. Por otro lado, los adeudos con instituciones públicas y privadas, como el SAT, IMSS, Infonavit y Petróleos Mexicanos, quedarían cancelados.
La especulación sobre el futuro de la planta siderúrgica también gira en torno a los 300 millones de dólares en que PILSA ha valuado la instalación. Se espera que, en caso de venta, este valor sirva de garantía para satisfacer las expectativas de los trabajadores. Sin embargo, hasta el momento, ningún comprador potencial ha confirmado interés en adquirir la empresa.
Mientras tanto, persiste la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de intervenir para rescatar las instalaciones. La situación sigue evolucionando, y la comunidad laboral y regional permanece en espera de una resolución que podría definir el futuro de una de las industrias más importantes del país.