Publica ex trabajadora de lo que fue un boyante centro minero la triste realidad que viven la pocas familias que quedan, sin luz, ni servicios, ni ingresos
SIERRA MOJADA, COAH.- En el municipio deSierra Mojada, en el asentamiento minero Hércules, que en su época de auge fue un centro de gran relevancia en México, este Día del Minero no hubo nada que celebrar.
Así lo declaró Lluzia Jazmín Obregón Hernández, quien era la encargada de Comunicación Social y Relaciones Públicas en este complejo Minero de AHMSA; quien entre lágrimas lamentó la situación que viven los mineros que hicieron y habitaron esta comunidad.
En el marco del Día del Minero publicó un video con vivencias de la comunidad de Hércules y expresó : “Qué difícil me resulta hablar de un lugar que me dio tanto.
“Pensé mucho en si subir algún video sobre esto o no porque creo que por cuidar mis emociones lo he evitado, pero hoy, en un día tan especial decidí hacerlo”, dijo la mujer.
Recordó que para su sorpresa, ella que estudió Comunicación acabó enamorada de las minas, donde pasó 14 años de su vida trabajando en Hércules.
Lluzia Jazmín califica esos años como gloriosos, ya que aprendió mucho y maduró y conoció a gente valiosa y que por eso lamenta tanto la forma en que Hércules acabó
UNA IMPORTANTE HISTORIA
En su publicación de TikTok recuerda que hasta hace unos años, la comunidad minera que se ubica a 275 kilómetros al noroeste de Cuatro Ciénegas, tenía seis mil habitantes.
En la mina trabajaban aproximadamente mil obreros sindicalizados y otros cientos de empleados de confianza y la empresa, al ofrecerles servicios básicos y médicos de forma gratuita e incluso viviendas, generó el que se crearan grandes familias que habitaban en la localidad.
Por años, incluso décadas, Hércules fue considerado por extranjeros como “un país chiquito” asegura Lluzia. Ahí había guardería, escuela primaria, secundaria, preparatoria y operaba el Tecnológico de Múzquiz, brindando educación profesional a los habitantes.
Tenían tiendas de conveniencia, panaderías, carnicerías, estanquillos, talleres, gimnasio, una radiodifusora, todo lo que necesitaba su gente para vivir.
“Era la empresa, pero el pueblo era la parte de la empresa, era como una comunidad muy grande que tenía absolutamente todos los servicios y era como la magia de Hércules, estaba tan alejado de las ciudades, pero algunos extranjeros decían ‘es como un pequeño país’”.
LA ESTREPITOSA CAÍDA
La problemática comenzó un primero de diciembre del 2022, ella como encargada de Comunicación Social había programado el encendido del Pino de Navidad y cuando estaba toda la comunidad reunida cerca de las seis de la tarde de ese día, Comisión Federal de Electricidad cortó el suministro de energía eléctrica.
Al ser un pueblo minero, todos pensaron que era un apagón y se restablecería la luz, pero pasaron uno, dos, tres días, más de 15 días y es fecha que hasta el día de hoy no se ha regresado el servicio, por un adeudo que tenía la empresa con la paraestatal.
Por parte de la empresa se trató de apoyar e instalaron tiempo después generadores de energía que se turnaban para diversas áreas de la comunidad y se pensó que era temporal la situación, pero resultó todo lo contrario.
Los días de hicieron largos y al iniciar el 2023 se pusieron peor, la nómina de los trabajadores se comenzó a ver perjudicada por la crisis de AHMSA.
De inicio comenzó a llegar retardado el pago del salario, luego llegaba la mitad, luego poco menos y finalmente no llegó el pago del salario a los trabajadores, el día de hoy la situación sigue igual.
Sin energía eléctrica y sin flujo económico todo se tornó complicado, aquella comunidad donde había armonía, poco a poco comenzó a cambiar, empezó a tener problemas sociales, conflictos entre sus habitantes.
El estrés, la desesperación por la situación que se vivía y la incertidumbre por no saber cuándo llegaría una solución, hizo que al poco tiempo comenzara a emigrar la población, incluso ella junto a su familia.
CASI UN PUEBLO FANTASMA
Actualmente Hércules sólo cuenta con el 25 por ciento de su población, es decir poco menos de dos mil personas, en su mayoría mujeres con sus hijos que viven sin servicios básicos y con apoyo de sus maridos que salieron a otras entidades o incluso fuera del país para trabajar y darles un sustento.
“Y después de un año de haber salido de ahí, esto duele y duele mucho y no nada más en lo personal, porque realmente estoy contenta donde estoy, pero duele pensar en los que ya se nos fueron con esa tristeza en el alma, duele pensar que nos separaron a todos, de esta manera tan cruel, porque fue cruel, no?”, reflexiona.
Lluzia aseguró que no se puede celebrar el Día del Minero y solo quien estuvo en Hércules puede sentirlo.
Dijo que no es solo el lamentar que la empresa ya está a punto de irse a la quiebra, que no hay dinero, si no ver cómo muchas de las personas que construyeron esta comunidad, han ido muriendo en medio de la esperanza de que esto resurja.
“Hay gente que ha aguantado por amor y esperanza, pero sí se está convirtiendo en un pueblo fantasma”, señaló.
PEDIR PARA SOBREVIVIR
Hizo un llamado al Gobierno Federal para que volteen a ver a esta comunidad de trabajadores mineros y sus familias, que analicen la afectación que ha dejado el conflicto de la empresa Altos Hornos de México y el Gobierno Federal.
“Que nos volteen a ver como humanos, a toda la gente que está afectada, por que en realidad ningún trabajador tiene la culpa, que pusieran alguna solución al conflicto, que pongan una solución”, pidió.
Finalmente a los habitantes de Hércules les envió el mensaje: “Amigos de Hércules de la Perla de AHMSA. No sé si decir feliz Día del Minero, porque en realidad creo que toda la tristeza la seguimos teniendo, pero quiero que sepan que siempre van a ser muy importantes en mi vida, y en la de mi familia, gracias por tanto y gracias a la vida que me hizo llegar a estos lugares para aprender y crecer”.