COVID-19 y su relación con los coágulos y la trombosis
El principal riesgo está en el momento en que los coágulos pueden llegar a causar una embolia pulmonar
Durante los meses más recientes, especialistas clínicos han descubierto que los pacientes con COVID-19 pueden padecer trombosis, una afección con riesgo mortal si no se trata a tiempo.
Esta afección puede mostrarse o agravarse si se mezclan ciertas enfermedades que afectan la forma en que coagula la sangre, cómo lo han mostrado estudios y casos recientes, el coronavirus por el SARS-CoV-2 es uno de ellos.
¿Qué es una trombosis?
Se produce cuando se forma un coágulo de sangre en una o más venas profundas del cuerpo, generalmente surge en las piernas. Esto a su vez puede provocar dolor, hinchazón o enrojecimiento, sin embargo, también pueden estar presente sin mostrar síntomas.
Otras de las causas es si la persona no se mueve durante mucho tiempo, por ejemplo después de un accidente, cirugía o confinamiento en cama. Por ello, es fundamental conocer y tener claros los síntomas de la trombosis para poder detectarla y tratarla a tiempo.
La trombosis es considerada como un trastorno grave porque los coágulos sanguíneos que se producen en las venas pueden soltarse, desplazarse a través del torrente sanguíneo, alojarse en los pulmones y de este modo obstaculizar el flujo de sangre, lo que deriva en una embolia pulmonar.
Los síntomas de una embolia pulmonar son: dificultad repentina para respirar, dolor o molestia en el pecho que empeora cuando respiras profundo o cuando toses, sentirse aturdido o mareado, desmayos, pulso acelerado y tos con sangre.
¿Por qué una trombosis se relaciona con el COVID-19?
Al inicio se creía que la afección del virus iba directamente a los pulmones, pero conforme avanzan los estudios y se obtienen más pruebas, se ha descubierto que el COVID-19 causa problemas en otras partes del cuerpo que derivan en daño pulmonar.
En una publicación holandesa que analizó a 184 pacientes de coronavirus, se encontró que un tercio de ellas padecían trombosis.
Aunque todavía no se tiene información certera, en términos generales puede decirse que el COVID-19 daña gravemente las paredes internas de los vasos sanguíneos. Esto va de la mano con una reacción inflamatoria severa que causa que se formen coágulos en los vasos sanguíneos.
Al tratarse de una enfermedad nueva, los profesionales continúan estudiando minuciosamente los efectos del COVID-19 tanto en las trombosis como en otras posibles afecciones. Sin embargo, coinciden en que las personas que requieren hospitalización a causa del COVID-19 son más propensos a padecer una trombosis dado a que su estado de salud se agrava.
Con información de Mayo Clinic y Bayer México