El Tour de France es acechado por el fantasma del doping

Deportes
/ 27 junio 2012

    A los ciclistas les esperarán tres semanas de lucha por llegar a París con el maillot amarillo.

    Berlín, Alemania.- El tema del doping forma parte desde hace años de las conversaciones sobre ciclismo y Tour de France. Pero en esta edición el rumor y las sospechas serán más protagonistas tras los últimos fallos de la CAS y las acusaciones a grandes estrellas.

    Cuando los ciclistas comiencen a pedalear el sábado habrá un brillo especial en sus ojos: les esperarán tres semanas de lucha por llegar a París con el maillot amarillo.

    Pero aunque la pregunta estrella es el doping, el silencio se apodera de los ciclistas. Los debates sobre el tema antes del comienzo del Tour son una tradición y esta vez los nombres que más se repiten son los del estadounidense Lance Armstrong, siete veces ganador de la carrera; el de su entonces entrenador, el belga Johan Bruyneel; el del español Alberto Contador, sancionado dos años por consumo de clembuterol, y el de su compatriota Alejandro Valverde, que volvió en 2012 tras dos años de suspensión.

    Las acusaciones de la Agencia Antidoping de Estados Unidos (USADA) contra Armstrong y su director de equipo provocaron un gran alboroto en el equipo RadioShack, que se distanció de un Bruyneel que, según los cargos, supuestamente instaba al doping en sus equipos y traficaba con sustancias dopantes prohibidas.

    La semana pasada el belga anunció que no viajaría al Tour por primera vez en muchos años.

    "¡Ah! Déjeme en paz", respondió recientemente el alemán Jens Voigt a la pregunta de qué efectos tendrá la ausencia de Bruyneel.

    El experto en materia de doping Fritz Sörgel no cree que el Tour sea ahora más limpio que en la época en la que corría Armstrong. "De ningún modo. Sólo se atrapa a los pequeños, los que no tienen dinero", dijo a dpa Sörgel.

    "Todavía apenas se puede hablar de deporte", añadió el experto, que acompañará al Tour durante las tres semanas de competición.

    El año pasado no hubo ningún caso de doping en la ronda francesa, que muchos calificaron de lenta precisamente por la ausencia de sustancias prohibidas.

    "En ningún otro deporte se controla tan intensivamente como en el nuestro", dijo el campeón del mundo de contrarreloj, el alemán Tony Martin, al diario de su país "Sport Bild".

    Uno de los grandes ausentes este año será Contador, que fue sancionado por doping con clembuterol por la Corte Arbitral del Deporte (CAS) en febrero.

    El luxemburgués Andy Schleck, ganador del Tour 2010 después de la sanción a Contador, tampoco estará en la ronda gala por lesión.

    Todo apunta que ambos se verán las caras de nuevo en la Vuelta a España, que comienza en agosto.

    El equipo de Contador, el Saxo Bank, y su director, el danés Bjarne Riis -confeso dopado-, esperan al ciclista español con los brazos abiertos para el 5 de agosto, día que termina la sanción.

    Contador no representará a España, pero su compatriota Alejandro Valverde promete pelear por la victoria en su primer Tour después de regresar tras dos años suspendido por su implicación en la famosa "Operación Puerto".

    "Está en su mejor forma, es nuestro líder y nos llevará seguro al podio", advirtió el director del equipo Movistar, el español Eusebio Unzué.

    Los grandes escándalos de doping en el Tour de France

    El Tour de France, la carrera ciclista con más prestigio, siempre estuvo salpicado por escándalos de doping. La agencia dpa hace una recopilación de los más importantes.

    1967: El británico Tom Simpson se derrumbó durante el ascenso al Mont Ventoux y falleció. En su maillot se encontraron tubos con anfetaminas. Murió por un fiebre extrema provocada por la mezcla de alcohol y estimulantes.

    1996: Once años después de su victoria en el Tour, el danés Bjarne Riis admitió que ganó dopado. Erik Zabel y Rolf Aldag, ambos del equipo germano Telekom, también revelaron que tomaron varias sustancias prohibidas, entre ellas EPO.

    1998: Fue la edición en la que salió a la luz el hasta ahora mayor escándalo de doping. En un control fronterizo de la policía entre Bélgica y Francia fueron descubiertas grandes cantidades de sustancias dopantes en el autobús del equipo Festina, que fue excluido. Otros siete equipos abandonaron la competición y sólo 97 corredores de los 198 iniciales cruzaron la meta de la última etapa en París.

    1999: El estadounidense Lance Armstrong fue descubierto con un preparado de corticoides en el año en que ganó el primero de sus siete Tour. El ciclista presentó una receta médica. Después de su última victoria, en 2005, fueron analizadas muestras de 1999 que contenían EPO. Pero Armstrong no fue sancionado porque no había una prueba B. La Agencia Antidoping de Estados Unidos (USADA) acusó en 2012 al texano de haberse dopado durante años con EPO, testosterona y cortisona. El ciclista negó siempre todas las acusaciones.    

    2002: Al final de la sexta etapa el español Igor González de Galdeano pasó un control antidoping y en la muestra se detectaron altos niveles de salbutamil. La autoridad francesa antidoping lo calificó como positivo pero la Unión Ciclista Internacional (UCI) permitió a Galdeano seguir compitiendo.

    2006: Nueve ciclistas, entre ellos el alemán Jan Ullrich o el italiano Ivan Basso, fueron excluidos del Tour dos días antes del inicio por ser clientes supuestamente del médico español Eufemiano Fuentes. El estadounidense Floyd Landis dio positivo por testosterona. Perdió su primer puesto de la ronda gala y el español Oscar Pereiro recogió el maillot amarillo. El italiano Ivan Basso y el alemán Jan Ullrich también fueron sancionados.

    2007: El líder del Tour, el danés Michael Rasmussen, y su equipo, el Rabobank, fueron expulsados de la competición después de que el ciclista mintiera sobre su paradero durante el entrenamiento. El kazajo Alexandre Vinokourov también abandonó el Tour junto a su equipo, el Astana, por haberse autotransfundido sangre.

    2008: El Tour estableció nuevos controles antidoping, amenazó con castigos más severos y no dejó participar al Astana ni al belga Tom Boonen, ex campeón del mundo. Pero a pesar de ello hubos casos de positivo: los españoles Manuel Beltrán y Moisés Dueñas Nevado, los italianos Riccardo Ricco y Leonardo Piepoli, el kazajo Dimitri Fofonov, el alemán Stefan Schumacher y el austríaco Bernhard Kohl, todos por EPO o su derivado CERA.

    2009: Poco antes del inicio, el holandés Thomas Dekker fue expulsado de su equipo, el Silence-Lotto, tras ser descubierto con EPO. El español Mikel Astarloza ganó la décimo sexta etapa y finalizó undécimo en la clasificación general. Después salió a la luz que dio positivo por EPO en un control realizado antes del Tour y fue sancionado hasta mayo de 2010.

    2010: El defensor del título, el español Alberto Contador, dio positivo por clembuterol. El ciclista lo achacó a la ingesta de una carne contaminada. La Corte Arbitral del Deporte (CAS) lo condenó en febrero de 2012 a dos años de sanción con efecto retroactivo y concedió la victoria de 2010 al luxemburgués Andy Schleck.




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