Quiero que recuerden a estos Pumas: Memo

COMPARTIR
TEMAS
El entrenador de los felinos confesó que busca que este equipo termine como un cuadro goleador y espectacular, muy lejos de aquellos tiempos donde sólo se defendía el cero en la portería propia
México, DF. Guillermo Vázquez encabeza una revolución auriazul. Se ha atrevido a retar una época en que los técnicos aman el cero en su meta antes que los goles en la puerta contraria. Memo no quiere eso, porque afirma que si ha de pasar a la historia, será como un "técnico goleador" que tiene a sus Pumas invictos, superlíderes y en cada partido añadiendo logros a la ya legendaria institución universitaria.
"Quiero que estos Pumas sean recordados como están jugando: un equipo que sale a entregarse al cien, a jugar bien, un equipo dinámico, que juegue a meter goles. Es así como quiero que se recuerde a este equipo", dice a EL UNIVERSAL.
Vázquez Herrera tiene una virtud en su forma de dirigir: la terquedad. No entiende otra manera de ganar que no sea el juego ofensivo. Anhela que sus pupilos vayan al frente, a mostrarse como fieras para herir la portería del rival. Sólo así se siente satisfecho. Las marcas rotas, la cima del Clausura 2011 y la imbatibilidad no le importan en demasía.
El estratega auriazul acepta que se muere con sus ideas.
"El futbol ofensivo y abierto es un estilo que yo traigo, que es el que me gusta, el que me nace. Entonces, si con eso llegas a gustarle a la gente, pues qué mejor, pero esa es la idea que compartimos y todos la llevamos a cabo", agrega Vázquez.
-¿Cómo descubriste que ésa es la manera en que quieres que tu equipo juegue?
-[El estilo ofensivo] es algo que traes, que te nace, que te gusta y llena. Ver los partidos abiertos en México o en cualquier parte del mundo me gusta, por eso yo quiero ser así.
Memo siente el azul y oro porque trae esos colores en su sangre. Es la herencia de su padre, del mismo nombre, quien forjó en él, el descaro de ser "ofensivo y atacante", porque "fue uno de mis primeros entrenadores".
Pero ha enriquecido la sabiduría de su padre con la de muchos otros personajes del futbol mexicano que han tenido éxito, a la par de enseñar -quizá inconscientes- a un alumno que siempre estuvo atento a todas sus enseñanzas, sin perder detalle de ellas, ahora como el actual entrenador auriazul.
"La verdad que de mucha gente [he aprendido]: de mi padre, que desde muy joven me tocó que me entrenara él, entonces, sí es una influencia importante, porque el estilo de juego le gusta así [ofensivo]. Estuvo Ricardo Ferretti conmigo y fue el último gran maestro que tuve. Enrique Meza, [Víctor] Vucetich, [Miguel] Mejía Barón, Mario Velarde, [Carlos] Reinoso... con la gente que trabajé siempre hay cosas muy importantes, y si uno es observador tomas las cosas positivas de cada uno", presume.
Hoy, cuando goza las mieles del éxito en su corta carrera, cuando tiene a la afición felina a sus pies, Memo acepta que con las victorias "le ha ido agarrando el gusto" a dirigir a los Pumas de la Universidad, aunque asume la responsabilidad de levantarse todos los días para entrenar a un "grande".
"Me la he pasado bien en la banca de Pumas. Es algo que me gusta, cada vez le he ido agarrando más el gusto a esto. Sé que es una responsabilidad fuerte y grande, pero bien. Como tenemos el apoyo del equipo, la gente, de la directiva, pues las cosas se hacen de una forma con gusto, pero eso es la diferencia, cuando te gustan y estás donde quieres estar, como es mi caso", describe.
Quedar para siempre en los anales de la historia del futbol mexicano aún es una situación que Vázquez observa lejana, porque sabe que sólo con la conquista de un título será recordado. Lo dice como si representara una tragedia que el jogo bonito fuese inútil y fácilmente olvidable, si no va acompañado por un trofeo entre las garras de su equipo.
"A menos que logres algo importante, como un título, yo creo que no [seremos recordados]. Estamos muy preparados, hemos tenido un inicio de torneo muy bueno, falta todavía mucho para que termine el campeonato, pero sí podemos hacer algo. Estamos trabajando muy duro para lograrlo", expone.
Aún así, la satisfacción de tener a los Pumas, el equipo al que le va, como el superlíder invicto del Torneo Clausura 2011 es una alegría que disfruta Memo con el corazón y orgullo que le da ser un fiel felino de toda la vida.
-¿Qué se siente hacer ganar al equipo al que le vas?
-Es muy padre, se siente muy padre, porque es una satisfacción grande...
Y lo hace jugando bien al futbol.