Aaron Judge: estamos ante una leyenda que va en camino a superar a los mejores Yankees

Cuando se habla de las leyendas que han vestido el uniforme de los New York Yankees, nombres como Mickey Mantle, Lou Gehrig, Babe Ruth o Joe DiMaggio aparecen de inmediato.

En tiempos más recientes, figuras como Derek Jeter, Bernie Williams, Robinson Canó y Alex Rodríguez también dejaron una huella profunda. Hoy, sin lugar a dudas, está escribiendo su propio capítulo en esa ilustre historia.

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Lo que el capitán del Bronx está logrando en la temporada 2025 de MLB es simplemente extraordinario. Judge es actualmente el único jugador en toda la liga con una línea ofensiva impresiona: batea para .396, tiene un porcentaje de embasado de .493 y un OPS descomunal de 1.264.

Sus números lo dicen todo: 95 hits, 53 sencillos, 17 dobles, 2 triples, 23 cuadrangulares, 55 carreras impulsadas, 62 anotadas y 44 boletos negociados. Judge lidera no solo a los Yankees, sino también varias categorías clave en todas las Grandes Ligas.

A pesar de que aún no se ha llegado a la mitad de la temporada, el actual MVP de la Liga Americana ya se perfila como firme candidato para revalidar el premio.

Con su WAR de 5.2, Judge suma su séptima campaña con al menos 5.0 de WAR vistiendo el uniforme de los Yankees. Esa marca lo coloca por encima de Derek Jeter (quien tuvo seis temporadas de ese calibre) y lo deja a solo una de alcanzar a Babe Ruth y Joe DiMaggio, ambos con ocho, empatados en el tercer lugar histórico del equipo.

Judge no solo está brillando en el presente: está forjando una carrera digna de los grandes inmortales del Bronx.

*WAR = Contribución total del jugador al equipo (bateo, fildeo, corrido de bases, pitcheo) menos lo que haría un jugador de reemplazo.

Un WAR de 5+ indica una temporada estelar, 2-3 es un titular promedio, y 0 o menos sugiere que el jugador no aporta valor sobre un reemplazo.

TRAS LOS PASOS DEL JAPONÉS DE ORO; ICHIRO SUSKI

Por si fuera poco, el toletero no solo lidera en cuadrangulares, sino que también ha elevado notablemente su promedio de bateo, al punto de poner en la mira una marca que parecía intocable: los 262 hits que Ichiro Suzuki conectó en la histórica temporada 2004 de la MLB.

Lo que hizo Ichiro aquel año fue una obra maestra. Su temporada combinó precisión, velocidad y una consistencia casi mítica, ingredientes que nadie ha podido replicar en dos décadas. Pero ahora, con una ofensiva poderosa a su alrededor y finalmente libre de lesiones, Judge empieza a sonar como una amenaza real a ese récord reservado para bateadores de contacto.

¿Podrá mantener el ritmo y superar los 240 hits esta temporada? Aún queda mucho por recorrer, pero sus estadísticas actuales lo colocan en una conversación directa con el legado de Ichiro, lo cual no es poca cosa.

Suzuki logró esos 262 hits sin el apoyo de una alineación tan potente como la que acompaña hoy a Judge. Ichiro usaba el bate con la sutileza de un pincel; Judge lo empuña como un mazo. Dos estilos opuestos, pero con el mismo impacto: hits decisivos que pueden cambiar el rumbo de un juego.