Comienza la pesadilla para Saraperos
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La partida de Justin Greene deja al equipo debilitado y una polémica por mandarlo al acérrimo rival, los Acereros de Monclova
Como si fueran pocos los cambios entre equipos del mismo dueño (Torreón-Yucatán y Diablos-Oaxaca) ayer los Saraperos de Saltillo dieron la voz de salida a lo que podría convertirse en el época del “canibalismo beisbolero”, cuando traspasaron al líder robador de la LMB a los Acereros de Monclova.
Con aspiraciones casi nulas por pasar al playoff, los Saraperos están pensando, quizás, en recuperar algo de las pérdidas que este 2017 ha traído a sus arcas por el bajo rendimiento de un equipo que se ha desmantelado con el paso del tiempo.
Le tomó más de una década a la familia Ley formar una franquicia poderosa, que terminó con el “ya merito” y le dejó dos títulos a Saltillo. Los nuevos directivos han tomado menos de tres años para mandar al equipo a ser uno más del montón en la Liga Mexicana.
Han salido del club peloteros como Manny Rodríguez, Alfonso Sánchez, Genaro Andrade, Daniel Guerrero, Edwin Salas, Jesús Cota (retirado), Humberto Castro, Román Peña Zonta, Jon del Campo, Enrique Lechuga, Mario Meza, Francisco Gil y también los derechos que tenían sobre el zurdo Oliver Pérez, que juega en las Ligas Mayores.
Cuando la presente directiva tomó el mando del tradicional conjunto en 2015, finalizaron en tercer lugar y perdieron el playoff ante Monclova en siete juegos, comandados por Juan Francisco “Chico” Rodríguez. En 2016 no pasaron del séptimo sitio y en 2017 andan por las mismas, en el fondo de la tabla, irremediablemente.
El año pasado la esperanza del equipo se basaba en un cuerpo de lanzadores interesante que comandaban Michael Nix, Edgmer Escalona, Héctor Daniel Rodríguez y Santiago Gutiérrez. Pero no pasó nada.
Ahora dejan ir a Justin Greene, quizás el mejor primer bat extranjero de la LMB, quien hasta el momento tiene .364 de porcentaje, con nueve jonrones, 27 carreras producidas y es líder robador del circuito con 37 estafas.
Greene ha sido una de las mejores contrataciones, pues tiene tres temporadas con Saltillo en las que ha puesto números excelentes. En 2015 promedió .351 con 73 anotadas y 18 robos, además de 10 vuelacercas. Al año siguiente tuvo .340, 30 estafas, 73 rayitas y 10 jonrones. Ahora, aún con menos partidos jugados, ya tenía .364, 37 birladas, 60 anotaciones y nueve para la calle.
En el primer partido sin Greene en su orden al bat, los Saraperos colocaron como primer bat a Christian Zazueta y en el jardín central a José Manuel Orozco.
Luego de saberse el canje, la gente de inmediato se comenzó a quejar en las redes sociales con consignas contra la directiva que ha transformado el equipo de ser uno de los mejores de la liga al actual colero de la zona Norte.
Los aficionados se pregunta ¿quién sigue? Y entre sus propias respuestas aparecen Héctor Daniel Rodríguez y Frankie de la Cruz, ambos con seis triunfos. También destaca Luis Borges, quien batea para .333 y por un tiempo estuvo como mejor bateador del circuito.
CANIBALISMO
Dos presidentes de equipos de la LMB me dijeron en el anonimato que ellos habían buscado a Greene como refuerzo, pero que no fue por cuestión de dinero que terminó en Monclova. Al parecer los Acereros recibieron ayuda política y de esa manera tratar de darle a Coahuila una satisfacción con un posible campeonato.
Recordemos que se especula que el equipo es propiedad del gobierno y que hace apenas unas semanas se realizaron elecciones en las que el PRI mantuvo el poder.
La temporada de “canibalismo” entre equipos parece haber empezado y si los altos directivos de la LMB no ponen un alto, las franquicias débiles se desmantelarán y eso provocará que en 2018 no tengan material para competir y las diferencias entre unos y otros sean abismales.