La temporada 2017 de la Liga Mexicana de Beisbol se jugará sin límite de 'Pochos'

En un anuncio que puede ser un parteaguas en la historia de la Liga Mexicana de Beisbol, Pat O´Conner determinó este martes que la temporada 2017 del viejo circuito se jugará con un número ilimitado de jugadores de doble nacionalidad, es decir, mexicanos nacidos en el extranjero.

El presidente de las Ligas Menores hizo oficial su anuncio poco antes de las cinco de la tarde, cuando mandó la carta de la Minor League Baseball a las oficinas de la LMB en la Ciudad de México y de inmediato fue difundida a los presidentes de equipos.

Ante la falta de acuerdos entre los dos bandos en que se ha separado la Liga Mexicana, O´Conner fue llamado a “meter orden” el 1 de febrero en Houston. Todos los clubes aceptaron que sus decisiones serían definitivas.

Lo primero que hizo O´Connel en Houston fue regresar a su puesto como presidente de la LMB a Plinio Escalante.

Luego aceptó que Reynosa vendiera su franquicia a León. El punto que quedó pendiente fue el de la cantidad de mexico-americanos que jugaría en la edición 2017.

Este martes, el norteamericano informó su decisión, no sin antes disculparse porque sabe que cuando menos ocho equipos no estarán conformes con su forma de pensar.

“Aunque entiendo y comparto el objetivo de desarrollar a los jugadores de beisbol más talentosos en México, los límites de roster de jugadores de doble nacionalidad violan la Constitución Mexicana y la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación porque los límites actuarían como (a) una restricción al acceso a un trabajo (b) una restricción a la participación en una asociación (c) una restricción de la participación en actividades deportivas”, dice O´Connel en su carta.

“Los límites de roster podrían someter a la Liga Mexicana y sus clubes a una denuncia ante un tribunal o ante otro organismo como la Comsión Nacional de Deporte o el Conapred. No puedo mirar hacia otro lado ni alentar a una liga miembro (del beisbol organizador) a participar en discriminación ilegal. Por consiguiente, no habrá límites de roster para los jugadores de doble nacionalidad. La suspensión de firmar de jugadores impuesta en la asamblea de Houston el 1 de febrero queda removida”.

Conminó al presidente de la Liga Mexicana a revisar muy bien los papeles de los jugadores de doble nacionalidad porque se ha dicho que algunos fueron falsificados.

LA HISTORIA EN BREVE
En 2016, los equipos de Tijuana y Puebla disputaron la final de la Liga Mexicana teniendo en sus rosters la mayor cantidad de jugadores mexico-americanos en general. Por acuerdo de asamblea, ellos estaban en su derecho de firmar sin límite a jugadores de esta categoría.

En la serie semifinal, en Monterrey, cuando los Sultanes cayeron ante Tijuana, el presidente de los regios, José Maiz García, se quejó de que era ventajoso para los equipos alinear una gran cantidad de jugadores de doble nacionalidad.

Con el precepto de desarrollar jugadores mexicanos, los tradicionalistas llegaron a las asambleas de septiembre, noviembre y diciembre tratando de echar abajo el convenio firmado en 2015, pero al verse frenados por el otro grupo, decidieron tomar la asamblea en sus manos, el 11 de enero de 2017, votando al presidente de la liga y autonombrándose consejo.

Esto llevó a una gran pugna en la que se habló incluso de que se formarían dos ligas. Una con los empresarios “de la nueva generación” que tienen los equipos de Tijuana, Puebla, Torreón, Yucatán, Veracruz, Monclova, Aguascalientes y León; y otra con los de la “vieja guardia” formada por Diablos, Sultanes, Tigres, Campeche, Durango, Tabasco, Oaxaca y Saltillo.

El último episodio de esta “novela” ocurrió el 2 de febrero, cuando Carlos Peralta, dueño de los Tigres de Quintana Roo, mandó una carta a la liga pidiendo su desafiliación por no estar de acuerdo en las pugnas internas de los dos grupos. Puso en venta el equipo, pero en el nombre oficial.

La salida de los felinos se da a la par de un artículo publicado por la revista Proceso, en donde se menciona que Peralta fue “distinguido” por los dos últimos gobernadores priistas con casi 240 millones de pesos en 10 años para traer el equipo a Cancún. Con el cambio de partido en el poder de Quintana Roo, el presupuesto ofrecido al club fue de 20 millones de pesos.

De esa manera y tomando en cuenta que hay que buscarle un nuevo dueño a los Tigres, la Liga Mexicana debe llamar a asamblea urgente en los próximos días para determinar el rol de juegos y la fecha de inauguración… a menos que algunos dueños decidan no acatar las decisiones de Pat O´Conner.