SOS en algunas plazas de la LMB
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Según mi experiencia viendo beisbol de la Liga Mexicana, la temporada tiene tres etapas muy fáciles de distinguir en cuanto a la asistencia del público a los parques: la inaugural, que es cuando la gente tiene la expectativa de una nueva temporada y que dura un mes y medio; la intermedia que ocupa los meses de mayo (finales) junio y julio; y la final, cuando se definen los que van al playoff (finales de julio y agosto).
La segunda de estas tres etapas es la más peligrosa, porque a los aficionados ya se les pasó la “novedad” de ver a su equipo favorito y prefieren esperar a que vengan los partidos definitivos antes del playoff.
En estos meses de mayo (finales) junio y julio se ven pocas personas en el estadio y puede influir también la temporada vacacional en la que mucha gente sale de sus ciudades y gasta su dinero en playas, montaña o visitas a sus familiares. El beisbol deja de ser prioridad en ese tiempo en el que parece que “no pasa nada”.
Analizando las entradas del martes en algunas plazas de la LMB, es dramático ver que en Tabasco asistieron sólo 975 personas para ver a los Rieleros y en México 700 para el duelo entre Diablos y León.
Focos rojos en Monterrey donde apenas 3 mil 529 “almas” se presentaron para ver el inicio de la serie ante Leones de Yucatán. En el caso de los Sultanes, esta cantidad es “baja” porque nos tienen acostumbrados a pasar las 10 mil en cada encuentro (aunque muchos vayan con boletos gratis).
Algo van a tener que hacer las directivas de esos equipos para inventar algo que lleve gente a las tribunas en esos meses críticos. Una de las ideas que he comentado en este espacios es la de dos tornes cortos, en los que cada partido signifique algo para los peloteros y aficionados. Además, tendríamos más partidos de playoff, como las liguillas del futbol mexicano.
Este tema de los dos torneos cortos no se tocó el pasado lunes en la asamblea, pero ahora que Javier Salinas fue nombrado futuro presidente de la LMB, podría adaptarlo porque tiene experiencia en cuestiones de futbol.
Por cierto, no estaría nada mal que Salinas se diera una vuelta por algunas plazas de la LMB como Monterrey, Tijuana, Monclova y Mérida, por ejemplo, para platicar con la prensa y mostrar algunas de sus ideas.
Lo peor que le puede pasar a Salinas es creer que “ya la hizo” al ser nombrado presidente del circuito. Con las redes sociales de moda, estará bajo la lupa todo el tiempo y más le vale darle importancia a los medios de comunicación porque en estos últimos meses fueron factor muy importante en los cambios que hubo en la LMB.
Que se olvide Salinas que la Ciudad de México sigue siendo el “corazón” del beisbol. Actualmente hay muchas plazas que influyen mucho más en cuestión mediática y hay que ponerles atención.
SULTANES Y LA IMAGEN
Al igual que los Yanquis de Nueva York, los Sultanes de Monterrey tienen una imagen que cuidar como el equipo más longevo de la Liga Mexicana. Fue por eso que en este 2017 le dieron su baja a Alfredo Aceves, porque su actitud no iba con la nueva directiva. Esta vez no se fijaron en si el pelotero era un activo fijo del club, sino que simplemente no permitieron más libertades.
Sería bueno que los Sultanes implementaran también algunas reglas de vestimenta e imagen personal, como lo hacen los Yanquis, donde no se permiten los bigotes y la barba. O la disciplina de los Diablos Rojos, donde todos andas vestidos de igual manera, con las medias a la rodilla y spikes escarlatas.
Tengo entendido que los Sultanes no van a permitir más indisciplinas de peloteros aunque sean estelares. Si quieren ser imagen en la sociedad regiomontana, también deberían prohibir cortes de pelo extravagantes. Veremos.