Con 6 años, el pequeño Marco ya ‘juega’ a ser piloto
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El pequeño piloto ha comenzado sus prácticas más en forma y se espera debute en la Final del Campeonato Nacional de Cuarto de Milla
A pesar de la falta de espacios disponibles para emprender la práctica del automovilismo deportivo en la región ante la poca importancia de los gobiernos, existe la gente emprendedora que desde los niveles básicos inculca el aprendizaje a los niños para sembrar la semilla que pronto habrá de germinar.
Sin temor alguno, menos quedarse esperanzado a que la creatividad ilumine a las autoridades, Marco Farías Pacheco, piloto de cuarto de milla, ha decidido cumplir expectativas al inculcar a su hijo herramientas para que pueda crear sus propios ideales.
“Ahorita la verdad es que se lo tengo un poco gobernado, pues es la primera vez que se sube a algo más rápido que un carrito eléctrico que a lo mucho correr unos 8 kilómetros por hora; este jr. dragster levanta aproximadamente ente 50 a 60 kilómetros por hora”, dijo en torno a las prácticas a las que ha sometido a su hijo para que llegue a ser el primer niño saltillense en incursionar en el cuarto de milla.
Se trata de un pequeño niño de apenas 6 años de edad que gusta de la adrenalina, con nervios de acero y con ganas de correr; desde sus primeras prácticas, sale equipado como si estuviera en el autódromo a fin de enseñarse a que primero es la seguridad del piloto.
Marco Farías Barrera, miembro de una familia 100 por ciento cuartomillera, ha despertado a temprana edad la necesidad de sentir el gusto por el olor a llanta y combustible, a fin que un futuro pueda llegar a ser un extraordinario competidor.
Farías Pacheco, destacó que la unidad con la cual pretenden debutar en las finales del Campeonato Nacional de Cuarto de Milla el próximo mes en Monterrey, con acelerador a fondo alcanza los 80 kph, “pero eso será hasta que esté más identificado con su dragster”.
Fomentar desde la infancia cualquier cultura es importantísimo y si esta modalidad se adopta en el seno familiar y de manera segura podrá empezar a ver lo que es emprender, el niño perderá el miedo y se entusiasmará más en este proyecto.
Destacó que por parte de la familia, quienes se encargan de fomentar la cultura del cuarto de milla, “los que siempre andamos en esto, mi compadre Jorge Cortés, el sobrino Alejandro Medrano, Fernando Farías, mi papá y unos primitos de mi hijo.
“Creo que va a llevar mucha porra en noviembre y yo tengo mucha ilusión de verlo correr sin importar el resultado para nada, sólo con el hecho de verlo correr allá; voy a tener que ir un miércoles a Monterrey a llevarlo para que se ubique en el autódromo, dónde tiene que retornar, dónde está la meta y todo eso”, manifestó.
Sin duda, desde la infancia y mediante juegos, los niños comienzan a formarse una idea de lo que quieren, pero cuando tiene todo el estímulo y apoyo de sus padres, el significado es más poderoso.
Dijo que su esposa e hija Regina están muy contentas, a pesar de no verlo aún correr, así como su abuelo, Leandro Farías Ayala.
“Qué puedo decir, la verdad la primera vez que le dio, sí sentí muchos nervios, mucha emoción y felicidad, pues es algo que a él también le gusta como a nosotros, somos fanáticos de esto desde hace muchísimos años y protagonistas también.
“Ahora le toca a mi hijo y quiero llevarlo el fin de temporada a Monterrey, si Dios quiere yo también voy a correr, no me importa el resultado, sólo quiero verlo en la pista, que se sienta seguro de sí mismo y el próximo año ya buscaremos apoyo de patrocinadores”, indicó.
Agradeció las facilidades de las autoridades de Arteaga al otorgarles el permiso para llevar a cabo sus práctica, a fin de corregir errores en el dragster abandonado y empolvado que logró levantar con apoyo de pilotos regiomontanos para dejar el auto listo.