Debuta la escalada en Tokio 2020 con un elemento sorpresa
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La clave de la escalada, deporte que tendrá debut olímpico en Tokio 2020, es la fuerza, en los dedos y en las brazos y,requiere cierto grado de resolución de problemas.
El debut olímpico de la escalada deportiva tendrá un elemento de sorpresa.
La clave en este deporte es la fuerza, especialmente en los dedos y en las brazos, pero también requiere cierto grado de resolución de problemas.
Así que para mantener la competición igualada, los escaladores no podrán ver la pared a la que se enfrentarán en dos de las tres disciplinas hasta poco antes de que su primer intento de subida.
“Probablemente, lo más dificil de entender para quien no escale es cómo podemos ver esa serie de anclajes que parecen aleatorios y saber lo que se supone que debemos hacer", señaló el escalador estadounidense Nathaniel Coleman. “Pero supongo que todo es reconocimiento de patrones e intuición”.
En los Juegos de Tokio, la escalada tendrá tres disciplinas: lead, búlder y velocidad.
Lead es prácticamente lo que hacen los escaladores aficionados en los rocódromos, sólo que ante un muro mucho más alto (15 metros) y bastante más complicado. Hay un límite de seis minutos y quien llegue más alto gana.
El búlder, o escalada en bloque, es un conjunto de cuatro “problemas” en paredes de 4.5 metros donde quedar boca abajo es a veces la mejor solución para llegar a la cima. Los escaladores tienen cinco minutos, cuatro en la final, para resolver cada una de las secuencias en tantos intentos como quieran.
Velocidad es una carrera hasta la cima de un muro de 15 metros por una ruta estandarizada.
La inclusión de esta modalidad ha sido polémica porque requiere un conjunto de habilidades distintas a las otras dos. Los Juegos de Tokio entregarán sólo dos medallas en escalada, en París 2024 serán el doble. El Comité Olímpico Internacional quería algo más vistoso para acompañar a las dos disciplinas más técnicas, por lo que se incorporó al programa.
Como en velocidad se compite siempre en la misma pared, no hay necesidad de mantenerla en secreto.
Pero parte de la dificultad en lead y búlder es averiguar la mejor ruta hacia la cima, por lo que esas sí estarán cubiertas por lonas hasta el día de la prueba. No habrá entrenamientos ni calentamientos en ellas.
Parte de lo que hace única a la escalada es la colaboración entre los competidores.
Antes de la calificación y la final en lead, los escaladores dispondrán de un periodo de observación de seis minutos para encontrar las mejores rutas. En búlder, este tiempo se dará únicamente en la final.
Cuando pueden ver por fin la pared, muchos escaladores comparten impresiones con sus rivales, señalando y discutiendo las mejores opciones. Después, se quedan solos.
Los escaladores pasan a una sala de aislamiento tras la observación, para que no puedan beneficiarse de las decisiones de sus rivales.
Quienes avancen a la final, tendrán un reto distinto al día siguiente. El muro no cambiará, pero sí los anclajes.