Patriots vs Eagles, Inmortalidad y honor
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Por segunda vez consecutiva y tercera vez en cuatro años, el equipo comandado por la pareja estrella, el quarterback Tom Brady y el entrenador Bill Belichick, disputará la final de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).
Los New England Patriots, la dinastía que raya con lo inmortal -cinco títulos en las últimas dos décadas-, buscarán mañana una nueva corona en el Super Bowl frente a los Philadelphia Eagles, un equipo que luchará con honor para conseguir su primer título de la NFL.
Deporte, espectáculo y un país paralizado llegarán juntos al U.S. Bank Stadium de la gélida Minneapolis, en el estado de Minnesota, cuando a las 17:30 hora local (23:30 GMT) arranque un partido que promete estar lleno de emoción de principio a fin.
La cantante estadounidense Pink, conocida por temas como "So what", "Dear Mr. President" y "Like a pill", entre otros éxitos, será la encargada de la apertura de la contienda al interpretar el "The Star-Spangled Banner", himno nacional de los Estados Unidos. Justin Timberlake será por tercera vez el show central del Super Bowl y aunque no se conocen detalles de la presentación, se presume que lanzará allí su más reciente álbum "Man of the Woods" junto a los más reconocidos éxitos de su carrera musical.
Por segunda vez consecutiva y tercera vez en cuatro años, el equipo comandado por la pareja estrella, el quarterback Tom Brady y el entrenador Bill Belichick, disputará la final de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).
Brady, de 40 años, ampliará nuevamente su leyenda. Irá a su octavo Super Bowl como quarterback titular, cifra inédita para cualquier jugador de la liga, con 4,577 yardas aéreas en su temporada número 18, cifras con las que no se siente satisfecho aún. "2018 no será mi último año", aseguró recientemente.
Asimismo, con el sexto triunfo, el conjunto de New England igualaría a los Pittsburg Steelers en cantidad de coronas pero seguiría siendo el rey del siglo XXI al haber logrado todas sus victorias entre 2002 y 2018.
Los pentacampeones esperan tener una final menos angustiosa que la del año pasado, en la que debieron remontar 31 puntos ante los Atlanta Falcons. Fue el primer Super Bowl que se definió en tiempo extra.
"Esto es emocionante para todos en el equipo. Nunca damos nada por sentado y creo que somos muy afortunados de disputar este juego. Es el resultado del trabajo duro", dijo el mariscal de campo en una rueda de prensa.
Por su parte, los Philadelphia Eagles llegan a la final con el ánimo arriba después de golpear en los play-offs a los Minnesota Vikings por 38-7.
La estrella de esa noche fue Nick Foles, un suplente que vio su entrada al campo después de que el quarterback Carson Wentz se lesionara en diciembre y quedara fuera de la temporada.
Foles, de 29 años, lanzó tres touchdowns para los Eagles en la victoria que significó el paso por tercera vez a una final en la era de los Super Bowls, que comenzó en 1967, y la oportunidad de una revancha tras la derrota 24-21 ante los Pats en el choque de 2005 disputado en Jacksonville, Florida.
El joven, que no oculta su fe en Dios, logró estar por encima del legendario Brady por lo menos en pases efectivos. Tiene el mejor índice de pasador en la historia de postemporada al completar 72 de 96 pases para 793 yardas, con cinco touchdowns y ninguna intercepción en tres juegos.
"De cualquier manera siempre confío en Dios. Siempre lo glorifico a Él", dijo en un encuentro con periodistas al manifestar que tras su retiro del fútbol americano no dudaría en convertirse en pastor cristiano.
Aunque el equipo de Filadelfia ganó tres campeonatos antes de 1967, cuando se unieron la NFL y la Liga de Fútbol Americano, sigue siendo uno de los 13 equipos (de 32) que nunca han levantado un trofeo Vince Lombardi, nombrado así en memoria del entrenador de los Green Bay Packers tras su repentina muerte.
El entrenador de los Eagles, Doug Pederson, quien fue mariscal de campo suplente de los Green Bay Packers en el Super Bowl de 1997 - cuando el equipo de Nueva Inglaterra perdió por 35-21-, ha puesto su esperanza no solo en el equipo que lidera sino en su hinchada.
"Tenemos unos aficionados muy fieles. Estoy emocionado porque esta es una magnífica oportunidad para mí, nuestros entrenadores, nuestros jugadores y obviamente para la ciudad de Filadelfia", señaló Pederson.