Barcelona sigue cabalgando de la mano de Lionel Messi
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El argentino apareció para darle un nuevo triunfo en el Clásico de la ciudad
Siempre a lomos de Lionel Messi, el Barcelona dio un paso más. Sin prisa pero sin pausa el equipo de Valverde se va acercando al título de Liga, aparcando si es necesaria la brillantez para ganar por contundencia... Y por Messi, trascendental una vez más en el triunfo frente al Espanyol en un derbi que dominó ampliamente el líder pero no solventó hasta bien entrada la segunda mitad.
Messi provocó la falta y Messi, con la colaboración de Víctor Sánchez, marcó el 1-0 a los 70 minutos. Y Messi, acabándose ya el partido, confirmó una victoria cantada marcando el 2-0 a pase de Malcom. Sin más. Y como siempre.
No hubo discusión en cuanto al dominio del juego. El Barça, con toda la artillería en el césped, controló a su gusto frente a un Espanyol más defensivo de lo esperado, sin Wu Lei en el once y una línea de cinco defensas con la que Rubi pretendió cerrar espacios detrás aun a riesgo de abandonar a su suerte a un Borja Iglesias muy descolgado delante.
Entró con ganas Messi en el partido y en ocho minutos ya había provocado la algarabía del público y el primer susto a Diego López, que volvió a ver el peligro rondar su portería con un centro de Semedo que no encontró rematador a los 17 y un disparo ajustado a los 20 de Rakitic.
Dominador pero sin continuidad en el juego, se esperaba el gol casi por lógica más que por brillantez, pero sin los agobios que pudo temer, el equipo blanquiazul fue superando los minutos, anulando a Arthur y manteniéndose con tranquilidad en ese 0-0 que no eran capaces de romper los ho,bres de Valverde.
Llevaba el peso del partido el Barça y apenas se confirmaba con correr detrás del balón un Espanyol atrevido cuando podía a la contra pero al que le costaba demasiado acercarse al área de Ter Stegen, quien apenas fue un espectador más durante toda una primera mitad que desembocó hacia un descanso sin goles, con una falta estrellada contra la barrera del capitán azulgrana y una excelente intervención de Diego López rechazando a corner un balón envenenado por su compañero Víctor Sánchez.
CAMBIO
Salió con mayor ímpetu el líder en el segundo tiempo y, de entrada, más retrasado aún el Espanyol, mostrando sensación de cansancio algunos de sus jugadores por ir y venir detrás de la pelota. Avisó rápido el Barça de salida pero volvió a pecar de imprecisión en la verticalidad, echando de menos ese pase definitivo para abrir la lata.
Así movió pieza Valverde, sacando a Sergi Roberto por Semedo y metiendo a Malcom por Arthur para dar mayor movilidad y vértigo al fútbol de ataque.
Resultó poco después con un disparo cruzado del brasileño que a duras penas rechazó Diego López, a cada minuto más avisado.
De repente, sin embargo, Rubi resolvió cambiar piezas en ataque. Primero colocando a Wu Lei en el lugar del cansado Borja y después metiendo a Sergio García en lugar de Melendo y recomponiendo al equipo con dos delanteros, en un intento de frenar el agobio azulgrana...
Y, de pronto el plan periquito saltó por los aires. Una falta de Víctor Sánchez sobre Leo Messi al borde del área desembocó en un suave y matemático lanzamiento del crack argentino y cuando podría pensarse que Diego López, quizá, alcanzase a llegar al balón el propio Víctor Sánchez lo desvió de manera fatal a la red.
Al cabo de 70 minutos se había acabado la resistencia del Espanyol en el Camp Nou. Con Messi en la dirección y la ejecución, a un Barça de escaso bagaje futbolístico le alcanzó para cumplir con la lógica frente a un rival con más intención que opciones, que llegó a abrazar la posibilidad de llevarse un punto, que se habría entendido injusto, y acabó entregado a su fatalidad habitual.
Dudas. Para que no quedasen, con el Espanyol buscando el imposible, a la contra, Rakitic le lanzó un profundo pase a Malcom y el brasileño vio la cabalgada de Messi. Esperó el balón en el lugar exacto Leo y colocó la asistencia de su compañero lejos de Diego López. Fin.
Messi y el Barça siguen cabalgando.