Cuando la revolución del futbol fue total

Fútbol Internacional
/ 31 marzo 2016

Sin duda los genios se encargan de mostrarnos el futuro con sus proezas y el holandés Johan Cruyff lo hizo con el futbol que tenía en sus pies y en su cerebro

Innovar con formas y maneras nuevas de desarrollar procesos o objetos y sus interrelaciones no es ocurrencia aislada, más bien la innovación es resultado de la necesidad de mejores condiciones de competitividad para objetivos concretos a corto, mediano y largo plazos y el deporte colectivo e individual no escapan a esta estrategia.

Hasta los años sesenta del siglo pasado en clubes y hasta los setenta en selecciones, el futbol competitivo se basaba en posiciones fijas y se seleccionaba al mejor jugador en dicha posición, así en el siglo XX surgieron clubes y seleccionados nacionales muy reconocidos: el futbol inglés y la selección de Brasil en los años cuarenta; Real Madrid y las selecciones de Hungría, Italia y Alemania en los años cincuenta; Santos de Brasil, Milán de Italia y el seleccionado brasileño en los años sesenta.

Pero a mediados de los años sesenta y setenta surgió una innovación en el Ayax de Holanda, cuyo operador fue Marinus Jacobus Hendricus “Rinus” Michels (1928-2005), quien fuera jugador delantero del mismo club de 1945 a 1958 y director técnico de éste de 1965 a 1971.

Frente al tradicional 4 defensas–3 medios–3 delanteros que se aplicaba con pequeñas variaciones, el concepto “futbol total” inicialmente operó con 3-3-4, lo que hizo más ofensivo al equipo y potencializó al “falso 9” (delantero movible atrasado y adelantado de la selección de oro de Hungría de los cincuenta). 

El concepto también incluyó que todos los jugadores —excepción el portero— debían ocupar cualquier posición para potencializar sus capacidades futbolísticas y no sólo su posición natural, así un defensa podía tomar el balón y atravesar el campo para centrar, mientras un medio se retrasaba para ocupar su sitio temporalmente, o un medio podía incorporarse a la delantera en triangulación, mientras el delantero libre se retrasaba para recuperar e iniciar otra jugada.

La estrategia total requirió condiciones de los jugadores: posición natural y capacitación para otras posiciones; condición física por rapidez y presión continua del juego; y amplia visión de campo para detectar a los compañeros en su movilidad y a los rivales. 

Posterior a la selección de Brasil de Edson Arantes Do Nacimento “Pelé” en el mundial de México 70, el mundo percibía que después de esa casi perfecta máquina de hacer goles con brillantes jugadores en sus posiciones nada podría haber en el futbol, sin embargo la selección de Holanda sorprendió en el mundial de Alemania 74 por la espectacularidad del “futbol total”… la “Naranja Mecánica”.

Primera de dos partes

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