¿Dónde está Garrincha? se roban los restos del mítico jugador
A diferencia de Pelé, la otra gran estrella de su generación, Garrincha nunca tuvo bajo control su vida fuera de los campos y murió en la miseria, como consecuencia de un alcoholismo severo.
Ni siquiera su familia sabe en estos días dónde están los restos de Garrincha, el mítico futbolista de las piernas torcidas que hizo campeón del mundo a Brasil en 1962.
¿Los robaron? ¿O están depositados en un nicho anónimo, extraviados quizá en alguna esquina en un cementerio sórdido en la periferia de Río de Janeiro? Los interrogantes son varios y el escándalo va en aumento desde que una de las hijas del jugador dio el grito de alarma.
"Mi padre no se merecía esto", dijo Rosángela Santos tras percatarse hace unos días de que el cadáver del legendario futbolista, conocido mundialmente como "Mané Garrincha" y muerto de forma prematura a los 49 años en 1983, no está en la tumba en la que fue enterrado en Magé, su localidad natal en las afueras de Río.
El diario carioca "Extra" dio a conocer el miércoles el último infortunio de los muchos que rodearon la vida del que es quizá el crack más querido por la "torcida" brasileña, por encima incluso de Pelé.
Los restos de Garrincha fueron aparentemente exhumados hace una década o más -tampoco se conoce el momento exacto-, según lo poco que se conoce hasta ahora, porque el cementerio necesitaba el espacio para otra persona.
A diferencia de Pelé, la otra gran estrella de su generación, Garrincha nunca tuvo bajo control su vida fuera de los campos y murió en la miseria, como consecuencia de un alcoholismo severo.
Su entierro fue por eso muy discreto: el futbolista fue sepultado en el cementerio municipal de Magé, en la Baixada Fluminense, hasta hoy una de las zonas más pobres del estado de Río.
Ninguno de sus familiares presenció su posterior exhumación. "Sólo me dijeron que lo habían sacado y colocado en un nicho en la parte superior del cementerio", contó un primo suyo, Joao Rogoginsky.
Los responsables del lugar admiten ahora que no saben dónde están los restos. "Por lo que investigamos, no hay certeza de que esté enterrado. Hubo una información de que el cuerpo fue exhumado y llevado a un nicho, pero no hay un documento de la exhumación", confirmó la administradora, Priscila Libério.
Un programa de televisión de la red "Globo" mostró imágenes del cementerio desolado, con osamentas a la vista en varios lugares y restos metidos en bolsas de plástico.
La lápida original de Garrincha no tiene ni siquiera correcta la fecha de defunción. En el cementerio hay otra tumba con su nombre y un obelisco construido posteriormente por la alcaldía de Magé como homenaje, pero los restos del futbolista nunca llegaron a ser trasladados.
Al menos tres empresas han ofrecido ahora hacer pruebas de ADN para encontrar al antiguo ídolo de la "canarinha", según “Extra".
Nacido el 28 de octubre de 1933, Manuel Francisco dos Santos es celebrado como uno de los mejores dribleadores de la historia, para muchos incluso el mejor. Garrincha nació con una pierna más corta que la otra y una poliomilitis le terminó de deformar las extremidades. Su familia lo llamaba Garrincha por un pájaro pequeño y veloz original de su región natal.
Debido a su físico, al futbolista no le vaticinaban un futuro prometedor, pero en 1958 dio la sorpresa al convertirse en titular de la selección y campeón mundial en Suecia, al lado de un entonces jovencísimo Pelé.
Cuatro años más tarde, en Chile, llegó la hora definitiva del punta que enloquecía a sus rivales con sus piernas curvadas y sus gambetas en la línea de cal: con Pelé lesionado, Garrincha fue la estrella del equipo como autor de dos goles en la semifinal ante el equipo anfitrión y baluarte del 3-1 con el cual Brasil ganó el bicampeonato en la final ante Checoslovaquia.
En Brasil jugó en grandes como Corinthians y el Flamengo, pero el equipo de sus amores fue el Botafogo. Debido a su irreverencia en la cancha y su desamparo como figura trágica en los vaivenes de la vida, la hinchada lo idolatra hasta hoy con apelativos como "La alegría del pueblo" o "El ángel de las piernas torcidas”.
Las últimas turbulencias en torno a su cadáver no sólo reflejan las cimas y abismos de su propia biografía, sino en cierta forma también la tragedia del Brasil actual, sumido en escándalos de corrupción política y sacudido por constantes convulsiones sociales.