El fin de Blatter, el fin de una era

Fútbol Internacional
/ 24 febrero 2016

Blatter quería despedirse bajo un último aplauso de sus fieles, dirigiendo el congreso extraordinario del viernes y entregando el bastón de mando. Pero la maquinaria judicial estaba ya en marcha y no tardó en alcanzarlo.

"Atención, Blatter, tú serás el siguiente". La frase, premonitoria, se la lanzó un colaborador al entonces aún presidente de la FIFA en la mañana del 27 de mayo de 2015, poco después de que la redada ordenada por el FBI en Zúrich dinamitara los cimientos del ente rector del fútbol mundial.

Aquello era sólo el principio del fin, el fin de la era Joseph Blatter al frente de la organización deportiva más poderosa del mundo. El punto y final definitivo se pondrá el viernes en la misma ciudad suiza, a pocos minutos de su casa, con la elección de un nuevo presidente en un congreso extraordinario que él mismo convocó tras su renuncia.

Dos días después de los arrestos en el ya famoso hotel Baur au Lac, frente al idílico lago de Zúrich, Blatter fue reelegido para un quinto mandato con una clara mayoría, pero el suizo sabía ya que aquel 27 de mayo lo había cambiado todo.

"Tuve la impresión de ser abandonado. Ese día me dije: 'Incluso el buen dios me ha abandonado'", confesó en una entrevista publicada hoy por el diario "L'Equipe". La presión se hizo tan insoportable que cuatro días después de su reelección, el suizo, que parecía dispuesto a morir en el sillón, anunció nuevas elecciones y su renuncia.

Vanidoso y coqueto, Blatter quería despedirse bajo un último aplauso de sus fieles, dirigiendo el congreso extraordinario del viernes y entregando el bastón de mando. Pero la maquinaria judicial estaba ya en marcha y no tardó en alcanzarlo.

La fiscalía suiza irrumpió en septiembre en la sede de la FIFA e interrogó a Blatter y al principal candidato a sucederlo, el francés Michel Platini, que de estrecho aliado pasó con los años a enemigo íntimo. Según contó Blatter a medios locales, los dos hombres más poderosos del fútbol fueron conducidos aquella mañana a una habitación, pero al ver que hablaban entre ellos -"Tú sabes qué hacemos aquí", dice el suizo que preguntó al francés-, rápidamente los separaron.

Las investigaciones siguen su curso, pero la comisión de ética de la FIFA, la misma que Blatter usó en otras ocasiones para aplastar a sus rivales, castigó a ambos dirigentes con ocho años de suspensión por sospechas de corrupción. En concreto, por dos millones de francos suizos no justificados pagados por la FIFA a Platini en 2011.

Los dos dirigentes insisten en que aquel pago fue en contraprestación al trabajo de asesor que el legendario ex futbolista hizo entre 1998 y 2002 para la FIFA. "Una bagatela", aseguran además en el entorno del suizo, que se jacta de haber convertido la FIFA en una organización multimillonaria.

$!El fin de Blatter, el fin de una era

No le falta razón. Como secretario general de Joao Havelange primero y como presidente después, Blatter catapultó la Copa del Mundo hasta convertirla en la gallina de los huevos de oro. La FIFA pasó de ser una organización ruinosa a acumular 1.500 millones de dólares en reservas. Hoy se habla ya de pérdidas tras la huida de patrocinadores importantes, pero entonces era la época en la que el suizo, que en marzo cumplirá 80 años, soñaba con el Premio Nobel de la Paz.

Es la imagen que Blatter quiso proyectar de sí mismo y de la FIFA, la parte de la historia que quiso contar en la estrambótica película "United Passions", generosamente financiada por la entidad y de la que director y actores abjuraron abochornados a la luz de los hechos. La FIFA hizo ganancias con Blatter, sí, pero según las palabras de la hoy fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, en la organización se naturalizó un sistema corrupto y mafioso.

Aquellas palabras terminaron con los 40 años de Blatter en la FIFA, 17 de ellos como presidente. Pero le dieron también una justificación política para explicar su caída. "Si hubiéramos votado como estaba previsto por Estados Unidos, no habría habido razón para que los americanos atacaran a la FIFA porque habrían tenido su Copa del Mundo. Y yo habría terminado mis cuatro últimos años de mandato tranquilo", aseguró a "L'Equipe".

Pero el Mundial fue para Qatar, así que la tranquilidad de Blatter, junto a cuya foto en la galería de los presidentes del Museo de la FIFA ya está grabado el 1998-2015, pasa por otro lado. "Se levanta temprano en su mansión de Zúrich, apenas diez minutos a pie de la sede de la FIFA. Lo primero que hace es afeitarse, y luego canta y baila frente al espejo", escribió hoy "La Nación" citando al asesor del suizo, el atildado alemán Klaus Stöhlker. "Sí, lo mantiene en forma", aseguró al diario argentino.

COMENTARIOS

Selección de los editores