“La gimnasia con la magnesia”

Fútbol
/ 11 marzo 2016

    Me sorprendieron las declaraciones de Tomás Boy, timonel cementero, referentes al Himno Universitario que se interpreta antes de cada partido de los Pumas, calificándolo de “fascista”. Respetando todas las opiniones, incluida la del “Jefe”, no podría estar más en desacuerdo. 

    El fascismo fue un movimiento político y social fundado por Benito Mussolini en Italia, luego de la Primera Guerra Mundial. Se basa en un estado todo poderoso que ejerce su autoridad a través de la violencia, la represión y la propaganda, que afirma que la población no debe buscar nada fuera del estado. 

    El Himno Universitario, creado en 1940 por un grupo de miembros de la UNAM, exalta el valor de alcanzar unidos el triunfo, de luchar con tesón por los colores azul y oro, para cubrir de gloria (deportiva se sobreentiende) a la institución. 

    Es entonces cuando surgen las preguntas: ¿En qué se parece el fascismo con el Himno Universitario?, ¿en dónde está la semejanza? Quizá algunos pudieran interpretar como “fascista” el hecho de levantar el puño al entonarlo, pero cuenta la leyenda que no es así. 

    Según esto, era común interpretar el multicitado himno en los partidos de futbol americano protagonizados por los Pumas; luego entonces, los que estaban equipados con hombreras, fundas, etc., levantaban el casco, sosteniéndolo de la máscara o barra, en señal de victoria. Los que no estaban equipados, —léase entrenadores, preparadores físicos y personal médico—, de igual forma levantaban el puño, simulando que estaban sosteniendo el casco. De modo que el balompié también adoptó esa tradición. 

    Puede ser que Tomás Boy tenga razón en que no debe retardarse el inicio del partido para dar lugar a la muy particular ceremonia. Sin embargo, mientras los Pumas estén en tiempo y forma listos para ingresar al terreno de juego a la orden del silbante, siguiendo el protocolo establecido por la Liga, antes pueden hacer lo que les venga en gana, siempre y cuando respeten al rival y no ofendan las buenas costumbres. 

    Es más, tuve el gusto de asistir al estadio Olímpico Universitario a presenciar en compañía de mi hijo el partido de Copa Libertadores que se disputó ante el Emelec de Ecuador y no existió inconveniente alguno de parte de las autoridades de la Conmebol para que se realizara la “tradicional ceremonia estudiantil”. Calificarla de fascista me parece que es sacarla de contexto, sin mencionar que demuestra ignorancia. No confundamos... “la gimnasia con la magnesia”. 

    ebrizio@hotmail.com

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