La insoportable realidad del deseado Tata Martino

Fútbol
/ 25 octubre 2018

    Lo han escondido y prohibido hablar con medios de comunicación mexicanos, no con los que transmiten en español en Estados Unidos, ni con los de Inglaterra. Gerardo Martino está por firmar como el nuevo técnico de la Selección Mexicana y en la MLS, y en su todavía equipo el Atlanta United, no se han dado cuenta que censurar es un pésimo ejercicio, inusual en estos tiempos. 

    ¿De verdad habrá a quien le interese en México hablar con el entrenador argentino sobre los playoffs de la MLS cuando está a punto de ser el hombre más importante del futbol mexicano? 

    Es un requisito ridículo por parte de la jefatura de prensa de Atlanta, que sí permitió que fueran de medios latinos a hablar con él, pero no mexicanos. En fin, absurdo e inentendible porque este viernes cuando sea la conferencia previa a la visita de este equipo a Toronto, encontrará una sala de prensa repleta de representantes de medios de México, de esos que no necesitan que la MLS les pague el boleto de avión para hacer periodismo.

    Martino es un hombre que entiende el futbol de una manera pragmática, defendiendo el principio que pocos equipos del mundo tienen, una ideología de juego definida ya que cuando cambian de entrenador también cambian de estilo. Incluso, en una reunión pagada por la MLS a comunicadores de medios latinos de Estados Unidos, el entrenador argentino afirmó que ese concepto lo aplica hasta la selección de Brasil. Es decir, como te convenga, como entienda el futbol el entrenador, será la forma que se aplique en el campo, importando un reverendo pepino si se ha construido una idea de juego. 

    Razón que identifica a la perfección que en la Femexfut poco les importan los estilos de juego, lo que desean es un hombre de fuera para controlarlo y que esté alejado de un entorno en el que las críticas son duras; al final es la selección nacional, el equipo que todos quieren ver destacar. 

    Gerardo Martino es conocido como un entrenador de selecciones, que ha tenido mejores resultados con los representativos de Paraguay y de Argentina (con la que fue subcampeón de América en 2015 y 2016), que a nivel de clubes, sobre todo en el caso del Barcelona. 

    Lo mejor de este entrenador ha sido con los paraguayos, a los que llevó a los cuartos de final de la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010. Es decir, Martino ya clasificó, a una selección de un nivel similar al de México, al mentado quinto partido, ese que se ha convertido en la obsesión de los directivos que no han podido definir un rumbo fijo para esta selección.

    Esa debe ser una de las principales razones por las que se acerca cada vez más a dirigir al Tri. La era de Martino está cerca de comenzar su labor hacia el Mundial de 2022, en un ciclo que ha comenzado con dudas, pero que puede encontrar una respuesta acertada en la contratación de un hombre que no se anda con rodeos ni con discursos enredados, pero que sobre todo, parece ser fiel a sus convicciones y eso es de lo que ha carecido la Selección Nacional. 

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