Los futbolistas deben estar hartos

Fútbol
/ 2 mayo 2020

Ahora que los directivos de la Liga MX se mantienen a la espera hasta el final de la segunda semana de mayo para saber, de parte de las autoridades del país, las posibilidades reales de regresar a la actividad (aunque sea a puerta cerrada), se abre una nueva interrogante con relación a cómo llegarán los equipos a un hipotético regreso.

Al inicio de esta cuarentena, veíamos a los preparadores físicos de los clubes contagiar a sus futbolistas de una energía que pese a la distancia y a la necesidad de entrenar de manera virtual a través de plataformas como Zoom, se podía sentir en un alto nivel. Ahora pudieran caer en el riesgo de haber perdido un porcentaje considerable de su condición física, sin mencionar la sensibilidad que se obtiene solamente de trabajar con golpeo de balón y en repeticiones de ejercicios de futbol en los campos de entrenamiento.

Son pocos los futbolistas que tienen en sus casas o fraccionamientos un espacio tal que les permita realizar ejercicios con el balón en busca de no perder esa sensación del contacto con el mismo. Ya lo de las distancias, referencias y posicionamiento ni hablamos. Pero el simple hecho de no golpear una pelota como estaban acostumbrados será uno de los más grandes shocks con el que tendrán que trabajar una vez que tengan la posibilidad de volver a los entrenamientos.

Los jugadores deben estar hartos de todo lo que al principio parecía la solución perfecta para no perder forma en el confinamiento. No es que deban romper la cuarentena o los cuidados, pero todos los ejercicios que puedan hacer en casa no deben llenar sus expectativas.

Eso no solamente aplicará para la Liga MX, sino para todo el mundo. Pero regresando al futbol mexicano, que es de los que ha manifestado que aguantarán hasta el último momento para saber si continuarán con su torneo (el Clausura 2020) en donde se quedó con todo y su fase final; está claro que lo que vea la gente una vez que se reactive la competencia no será nada vistoso. Será como regresar a las primeras jornadas de cada torneo en las que las quejas y críticas constantes son por la pobreza de nivel que se ven. Y es lógico que eso pueda ocurrir, lo que no se puede garantizar es que el aficionado lo entienda, que tendrá que ser paciente con un producto que ya está esperando y del que tenía una mejor imagen, ya que a la jornada 10, en donde se paró todo, ya se veían juegos más emocionantes y con futbol aceptable.

¿Qué pasará con Cruz Azul o León, que habían encontrado el funcionamiento para mantenerse en los primeros lugares? ¿Podrán las Chivas agarrar el ritmo que, con polémicas arbitrales o sin ellas, las llevó al quinto lugar con cuatro partidos sin derrota? Y así en el caso de cada uno de los clubes, para bien o para mal.

El regreso a la Liga será complicado, no solamente por las cuestiones de salud y de operatividad a partir de que se puedan reactivar las actividades. El regreso a la Liga será muy poco vistoso, seguramente con tres o cuatro jornadas de un nivel paupérrimo que puede desgastar las expectativas de quienes ansían que ya se pueda regresar a los estadios. Y eso es otro de los grandes riesgos que hay en medio de esta pandemia.

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