Reconoce Klinsmann importancia del partido ante México, pero no siente presión
COMPARTIR
"Enfrentarse a México siempre es un gran aliciente deportivo para el fútbol de Estados Unidos porque es el mejor rival que tenemos dentro de la Concacaf ", dijo Klinsmann
Pasadena, EU.- El entrenador alemán Jurgen Klinsmann, máximo responsable de la selección de fútbol de Estados Unidos, reconoció en sus últimas declaraciones con los periodistas que el partido que van a disputar contra México por el boleto de la Concacaf a la Copa Confederaciones de Rusia 2017 es importante.
Pero en absoluto le genera ningún tipo de presión extra que no sea la que siempre tiene en cada encuentro de buscar la victoria y que el equipo haga el mejor fútbol en el campo.
"Enfrentarse a México siempre es un gran aliciente deportivo para el fútbol de Estados Unidos porque es el mejor rival que tenemos dentro de la Concacaf y al que debemos ganar si queremos estar a la cabeza", señaló Klinsmann. "Además es la mejor referencia que pueden tener nuestros jugadores a la hora de demostrar su clase en el campo y defender la camiseta del país al que representan".
Klinsmann, tras reiterar que tiene toda la confianza en los jugadores que salgan a competir sobre el terreno de juego del Rose Bowl, de Pasadena (California), donde el sábado por la noche se va a disputar el partido, ante más de 90.000 espectadores, no considera que el resultado que se pueda dar condicione para nada su continuidad al frente de la selección.
Ante los comentarios hechos por comentaristas, incluido el exjugador de la selección y máximo goleador de todos los tiempos del equipo nacional, Landon Donovan, de que una derrota de Estados Unidos ante México debería ser motivo suficiente para que dejase el cargo, Klinsmann no quiso hacer ninguna valoración al respecto.
Pero si dijo que el equipo técnico que dirige tiene muy claro cuales son los objetivos que desean conseguir y el más importante es forzar un equipo competitivo y ganador que pueda estar de nuevo en el mundial cuando llegue el de Rusia 2018.
"Nadie cuestiona que conseguir el boleto para estar en la Copa Confederaciones del 2017 en representación de la Concacaf es algo muy válido y que queremos conseguir, pero el resultado de un solo partido no modifica todo la programación de trabajo que tenemos de cara al próximo Mundial", valoró Klinsmann.
El entrenador alemán que ya estuvo con Estados Unidos en el de Brasil 2014 y logró que el equipo superase la primera ronda de grupos, cree que el inicio de la fase de clasificación dentro de la Concacaf al Mundial de Rusia es la gran prioridad del equipo.
El mismo sentir tienen dentro de la Federación de Fútbol de Estados Unidos, donde su presidente Sunil Gulati, es un ferviente defensor del trabajo de Klinsmann, al que él mismo eligió para el cargo.
El sentir entre los directivos de la federación estadounidense es que al margen del fracaso que se dio en la pasada Copa Oro al quedar eliminados en las semifinales por Jamaica y luego perder por el tercer lugar frente a Panamá, Klinsmann ha hecho una gran labor con todo el desarrollo del fútbol de selecciones y la infraestructura organizativa que ha montado.
Además también existe el convencimiento que el fútbol en Estados Unidos va creciendo, pero realistas que todavía falta un largo camino para que a nivel de selección se pueda equiparar a las mejores de Europa o de Latinoamérica.
De ahí, que la filosofía y política de Gulati es seguir trabajando al máximo en todo lo relacionado con el desarrollo del fútbol de base y de las selecciones inferiores, una responsabilidad que le asignó a Klinsmann y el entrenador alemán ha respondido de manera positiva.
Además Gulati es uno de los directivos más pragmáticos que hay en el deporte estadounidense y tiene muy claros cuales son los objetivos que desea conseguir con su gestión a corto, medio y largo plazo.
Por lo que el resultado de un partido, aunque sea contra México y en juego esté un boleto a la Copa Confederaciones, para nada alterará la misión que le tiene encomendada a Klinsmann, su gran hombre de confianza, algo que el entrenador alemán también lo sabe muy bien y de ahí la gran tranquilidad con que afronta un nuevo duelo ante México.