Hijo de Octagón cambia de nombre tras perder disputa legal con AAA
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Luego de un fallo del IMPI a favor de AAA y WWE sobre los derechos del personaje, el luchador se autonombró ‘Hijo del Amo de los 8 Ángulos’
El conflicto entre la familia de Octagón y la empresa Lucha Libre AAA vivió un nuevo capítulo este martes 2 de julio, cuando se confirmó que El Hijo de Octagón tuvo que modificar su nombre artístico debido a una resolución legal que otorgó a AAA los derechos de uso sobre el personaje.
A partir de ahora, el joven gladiador se presenta como “Hijo del Amo de los 8 Ángulos”, en referencia directa al legado de su padre, pero sin utilizar el nombre protegido legalmente.
La modificación de identidad se dio luego de que el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) resolviera a favor de la AAA y WWE, otorgándoles la titularidad de las marcas “Octagón” y “El Hijo de Octagón” hasta diciembre de 2028.
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Esto significa que el nombre y la imagen del personaje pueden ser usados exclusivamente por la empresa en funciones, productos oficiales o cualquier tipo de explotación comercial.
Ante esta situación, el luchador decidió cambiar su nombre en redes sociales y evitar futuras sanciones.
El nuevo alias, “Hijo del Amo de los 8 Ángulos”, mantiene viva la esencia de su personaje, al tiempo que esquiva la infracción de una marca registrada.
La reacción del público ha sido de apoyo al joven luchador, quien se ha pronunciado en favor de seguir defendiendo el legado de su padre en los encordados.
Por su parte, Octagón ha declarado que él cuenta con el registro de autor del personaje ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR), y cuestionó la validez del fallo del IMPI, al considerar que este organismo no puede decidir sobre derechos de autor, sino únicamente sobre marcas comerciales.
Pese a ello, en términos legales, AAA y WWE cuentan actualmente con el respaldo necesario para impedir el uso comercial del nombre y la imagen de los personajes.
Esto representa un nuevo caso en la lucha libre mexicana donde la propiedad de los nombres artísticos termina en los tribunales, como ya ocurrió con personajes como La Parka o Psicosis.