La era Ancelotti: un Mundial sin Brasil ¡nunca! Aunque sea a tumbos, pero llega

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Brasil, la selección más laureada del futbol mundial con cinco títulos de la Copa del Mundo, estuvo cerca de protagonizar un desastre histórico: quedarse fuera del Mundial de 2026.
En la eliminatoria sudamericana más accesible en décadas, el gigante sudamericano rozó el repechaje, atravesó una crisis de juego e identidad y recurrió hasta a tres entrenadores para enderezar el rumbo.
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Los dos primeros partidos de Carlo Ancelotti al frente de la selección brasileña han marcado un retorno a la solidez defensiva, pero también han dejado en evidencia varios aspectos por mejorar si Brasil quiere ser realmente candidato al título en el Mundial de 2026.
Ancelotti —apenas el segundo técnico extranjero en su historia— quien selló la clasificación con un empate y una victoria. Así, Brasil aseguró su presencia en su vigesimotercera Copa del Mundo consecutiva, reafirmando su lugar como protagonista desde los orígenes del torneo en 1930.
SOLIDEZ DEFENSIVA
Soy italiano, no se olviden”, dijo Ancelotti con una sonrisa al destacar que Brasil no recibió goles en sus primeros dos encuentros bajo su dirección. Durante la eliminatoria sudamericana, la defensa brasileña había sido una de sus principales debilidades, con 16 goles encajados en 16 partidos. De hecho, es la peor cifra entre las selecciones clasificadas directamente.
Pero con Ancelotti al mando, el bloque defensivo se mostró más compacto. Uno de los nombres que sorprendió fue el de Alexsandro Ribeiro, defensor del Lille, prácticamente desconocido en Brasil. Fue titular en ambos partidos, firme en marca y clave en salida con pases precisos que rompieron líneas rivales.
SE RESPIRA MÁS CALMA, PERO FALTA ‘PUNCH’
La llegada de Ancelotti trajo tranquilidad al vestuario brasileño. Su prestigio internacional ha disipado las tensiones que arrastraba la selección tras un vaivén de entrenadores: Ramon Menezes, Fernando Diniz y Dorival Júnior.
A pesar de las mejoras, Brasil aún no encuentra fluidez en su juego ofensivo. En Ecuador, Ancelotti apostó por un mediocampo con Casemiro, Bruno Guimarães y Gerson, pero el equipo apenas generó peligro.
Ante Paraguay, optó por un esquema más ofensivo, con Gabriel Martinelli como cuarto atacante. El rendimiento mejoró, aunque de forma intermitente, apoyado en chispazos individuales más que en construcción colectiva.
Además, las opciones más creativas del equipo están en duda: Lucas Paquetá enfrenta una posible sanción por su presunta implicación en apuestas ilegales, y Neymar continúa aquejado por lesiones que le impiden tener continuidad.
UN POCO DE HISTORIA
Desde aquellas primeras participaciones llenas de tropiezos —eliminado en la fase de grupos en 1930 y en octavos en 1934—, Brasil empezó a forjar su leyenda.
En 1938 alcanzó el tercer lugar en Francia, justo antes de que la Segunda Guerra Mundial interrumpiera el torneo. Para 1950, ya como sede y con el colosal Maracaná como símbolo, Brasil parecía destinado a la gloria, pero fue testigo de su tragedia futbolística más recordada: la derrota ante Uruguay en la final.
Lejos de hundirse, el fútbol brasileño resurgió. Un adolescente llamado Pelé irrumpió con fuerza, y en 1958, con apenas 17 años, condujo a Brasil a su primer título mundial.
Desde entonces, la “Canarinha” se volvió sinónimo de respeto y espectáculo. Repitió la hazaña en 1962 y deslumbró en México 1970 con el legendario equipo de los cinco “dieces”: Pelé, Jairzinho, Rivelino, Tostao y Gerson.
Más adelante, el jogo bonito de Telé Santana dejó huella en la memoria colectiva, aunque sin títulos que lo respaldaran. No fue hasta 1994, en el primer Mundial jugado en Estados Unidos, que Brasil volvió a coronarse, esta vez con Romario, Bebeto y un joven Ronaldo, quien no jugó un minuto, pero sería protagonista en Corea y Japón 2002, cuando la selección logró su quinto y último campeonato mundial.
Desde entonces, Brasil ha vivido años de frustraciones, decepciones y dudas. Incluso se llegó a temer por su ausencia en una Copa del Mundo. Sin embargo, como demuestra esta nueva clasificación, Brasil sigue siendo una pieza irremplazable del fUtbol global.