La guarida del Dragón del Norte se ilumina de colores para el debut en casa de los Saraperos

La casa del equipo Saraperos de Saltillo retumbó este martes al inaugurarse la Temporada 2023 de la Liga Mexicana de Beisbol. Un Estadio Madero repleto engalanó el juego contra los Rieleros de Aguascalientes.

Los alrededores al parque Francisco I. Madero, guardia del Dragón del Norte, mostraron un inusual movimiento desde las 5 de la tarde.

Conductores de autos buscaban un espacio para estacionarse. Entre 30 y 50 pesos fueron valuados los cajones de estacionamiento que desde las 16:00 horas ya habían sido acordonados y separados por los “viene, viene”.

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“Semillas dos por 10”, “aretes, lleve los aretes”, se escuchaba al caminar por las banquetas al exterior del estadio. Matracas, gorras y playeras se exhibían para su venta, captando la atención de la afición.

A las 5:30 de la tarde, sin importar que el sol pegaba de frente, aficionados aguardaban la apertura de la taquilla. Otros se resguardaban detrás de los camiones del contrincante.

Al interior del estadio la fiesta comenzaba. Casacas de todas las colecciones desfilaban en el área de comida, frente a los patrocinadores y en el área de butacas.

La primera sección en ocuparse fue gradas. Las selfies y fotos de padres con hijos, parejas y amigos con el diamante de fondo no faltaron.

Dos peculiares aficionados se hicieron presentes en el estadio, Sky y Bear, ambos canes miembros de los equipos K9 de la Comisaría de Seguridad Pública Municipal, quienes regalaron calcomanías a la afición infantil y se tomaron fotos con quien lo pedía.

El palco de gobierno fue ocupado por funcionarios municipales, el diputado local por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Jaime Bueno Zertuche e invitados.

Pasadas las 7 de la noche, el estadio lucia un poco más ocupado. Los peloteros del equipo de Aguascalientes fueron presentados entre apáticos aplausos de los presentes.

Luego las luces del estado encendía y apagaban mientras la música subía de volumen para presentar al equipo de casa. Noé Muñoz y Fernando Villegas se llevaron los aplausos.

La banda de guerra del 69 Batallón de Infantería del Ejército Mexicano antecedió a 30 militares que en sus hombros cargaban la Bandera de México. Al toque del clarín y los tambores, el lábaro patrio fue desplegado.

En el centro del diamante, frente a los jugadores de ambos equipos, que descubrieron sus cabezas, Ángela Calvert interpretó el Himno Nacional Mexicano. Su voz contuvo a una eufórica afición que le agradeció con aplausos su interpretación.

Después del momento solemne, el veterano de la casa de los Saraperos de Saltillo, Miguel Solís Castillejos, lanzó la primera bola. El Estadio Madero entró en penumbras, una ofrenda floral fue colocada en el centro del diamante, donde se reconoció la trayectoria del fallecido Matt Pobereyko, a quien despidieron entre aplausos y le dedicaron cada esfuerzo de la temporada.

Los jugadores salieron del campo y la fiesta pirotécnica comenzó. Unas 26 cajas de juegos pirotécnicos lanzaron jumó para anteceder al lime up. Las cajas estallaban entre la euforia de los presentes que celebraban cada nombre de los jugadores.

Un show de luces turquesas, fuego y pirotecnia dieron por iniciada la Temporada 2023 de la Liga Mexicana de Beisbol en Saltillo. Que no podía arrancar sin el espectáculo de Kike Conejo, la mascota oficial de los Saraperos.

Kike ingresó al campo en un vehículo tipo “racer”, acompañado de un dragón turquesa. Bajó del vehículo para lucir su capa con el logo del equipo. Con celulares la afición iluminó el estadio para recibir a los 13 integrantes de la porra verde, quienes con coreografías y tablas gimnásticas animaron el momento.

A ritmo de banda, Saraperos luciendo su uniforme blanco, calentó. Un batazo de hit abrió la primera entrada, en medio del grito de “papas” y el desconcierto de la afición que no lograba ubicar sus asientos con la aplicación digital.

“¡Pónchelo, pónchalo, pónchalo!”, gritaron desde gradas, “¡pero pónchalo!”, respondió el estadio mientras el pitcher de Saraperos marcaba el out al bateador de Rieleros sobre el cojín de base.

Menos de 10 minutos duró la entrada alta qué dejó en cero el marcador. Mathew Acosta siguió al bat; un batazo salió del diamante y pegó en la barda de gradas, pero el pelotero llegó a primera base y fue “ponchado” en el intento de llegar a segunda. La primera entrada terminó en ceros.

En la segunda entrada alta, un batazo que reunió a tres jugadores en el jardín para que ninguno atrapara la bola, colocó al bateador en primera base, pero un out los sacó de la jugada.

La bandera de Saraperos ondeó en manos de Kike Conejo que se dividió a la afición con el Dragón turquesa para animar al público.