Los hombres de Baños que llevan al América al desfiladero

Deportes
/ 15 marzo 2022

El Clásico Nacional solamente enseñó la decadencia del América y la miseria deportiva de Chivas. Ni uno ni otro. Se evidenció la profunda crisis por la que van caminando estos equipos. Chivas y América fueron campeones por última vez en el Clausura 2017 y en el Apertura 2018, respectivamente; demasiados torneos fracasando.

Santiago Baños llegó a ser presidente deportivo del América en el torneo Apertura 2017, tras la salida de Ricardo Peláez. Desde su primer día como el encargado de las contrataciones, y hasta hoy, han llegado 45 refuerzos al equipo, y Santiago Solari. En este recuento, se evidencia la falta de talento que ha llegado al equipo y solamente han cubierto el requisito de contratar por contratar, sin que realmente ninguno de los jugadores haya marcado diferencia.

En el primer torneo con Baños, llegaron Carlos Vargas, Guido Rodríguez (el único que ha destacado), Matheus Uribe, Pedro Arce y Carlos Orrantía. Para el Clausura 2018, Joe Benny Corona, Emanuel Aguilera, Jérémy Ménez, Henry Martín y Andrés Ibargüen. Para el Clausura 2018 se conoció en el equipo a Roger Martínez, Cristian Insaurralde, Luis Reyes y Jorge Sánchez. En el Clausura 2019, contrataron a Nicolás Benedetti y Nicolás Castillo. Y para el Apertura 2019, llegaron Guillermo Ochoa, Federico Viñas, Giovani dos Santos, Richard Sánchez, Leonel López y Rubén González. En el caso del portero, fue el regreso esperado al equipo de sus raíces y poco tuvo que ver Baños. Fue una decisión superior, del dueño.

Luis Fuentes, Sebastián Cáceres, Santiago Cáseres, Leonardo Suárez y Alonso Escoboza fueron presentados en Coapa para el Clausura 2020. Para el Guardianes de ese mismo año, regresó Emilio Sánchez, trajeron a Sergio Díaz y permaneció Fuentes. En el Guardianes 2021, el equipo se reforzó con Pedro Aquino, Mauro Lainez, Alan Medina, Jordan Silva, Álvaro Fidalgo y —por supuesto— con el flamante Santiago Solari como el “salvador”, tras la baja y hartazgo de Miguel Herrera al frente del equipo. Para el Apertura 2021, Mario Osuna, Miguel Layún (regreso estilo Ochoa), Salvador Reyes, Fernando Madrigal y la hipocresía más grande de los últimos tiempos, el regreso del despedido Renato Ibarra.

Y para este torneo, Diego Valdés, Jonathan dos Santos, Jorge Meré, Juan Otero y Alejandro Zendejas. Cuarenta y cinco futbolistas, mucho dinero, cero expectativas, y —sobre todo— un rendimiento bajísimo de jugadores muy lejanos a ser los ideales para un club de la prosapia e importancia del América. A esto, sumemos el cambio radical en fuerzas básicas, despidiendo a todo lo que tenía olor a Yon de Luisa, a Mauricio Culebro pero sobre todo olor a América. Contrataron a Raúl Herrera, un entrenador de juveniles del Villarreal, que su máximo logro fue hacer debutar a Pau Torres en la Primera División.

Es decir, un cambio de entrenadores exitosos, con desarrollo de jugadores, a un ilustre desconocido que nada sabe del futbol mexicano, y mucho menos de lo que fue el América en sus fuerzas básicas. ¿Ya entendemos por qué la decadencia? Y lo peor de todo es que vivimos un torneo tan gris y estúpidamente injusto que, siendo penúltimo lugar de la tabla, empatado en puntos con Mazatlán, aún puede llegar a la fase final. Qué bendición para estos directivos, porque un equipo serio, en el que se busque la excelencia en todos los rubros y que ha ganado un solo partido en seis meses, ya le habría costado la cabeza a varios. El formato de competencia distorsiona la realidad, eso que ni qué.

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