Pedro Casas Durán “El Frankenstein”, la promesa saltillense del boxeo profesional

Pedro Casas Durán, conocido en el mundo del boxeo como “El Frankenstein”, ha comenzado su andanza en el pugilismo profesional con gran entusiasmo, marcando su debut en la categoría de peso supermediano. Su historia es una narrativa de perseverancia y superación, en la que ha canalizado sus experiencias personales para alcanzar sus sueños en el deporte que ama.

Pedro comenzó en el boxeo a los once años, un periodo en el que su naturaleza hiperactiva necesitaba una salida constructiva.

“Siempre andaba de vago en la calle, echando reta con los amigos”, recuerda Pedro.

La oportunidad de entrar en el boxeo llegó cuando sus amigos comenzaron a asistir a un gimnasio local. Su interés por el deporte creció rápidamente, llevándolo a buscar más oportunidades para desarrollarse como boxeador.

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“Me interesó mucho y esa fue la manera en la que me acerqué al boxeo”, añade.

La inspiración de Pedro proviene de Floyd Mayweather, un ícono del boxeo conocido por su habilidad técnica y su éxito en el ring. “Siempre he sido una persona en la cual me he inspirado mucho por su forma de boxear, su inteligencia y por lo que ha logrado en el boxeo. Sobretodo por su historia de vida, ha sido inspiracional para mí al cien por ciento”, explica Casas.

La admiración por Mayweather ha sido un motor en su carrera, dándole un modelo a seguir y un objetivo hacia el que aspirar.

En su formación, Pedro ha recibido apoyo crucial de Diego Gallegos en el gimnasio “Mexas”, así como de su entrenador Héctor de Jesús Esparza.

“Conozco a Diego desde hace dos o tres años. De la mano de mi entrenador Héctor de Jesús Esparza y él, nos hemos acoplado y estoy muy agradecido con ellos”, comenta Casas. La colaboración con estos mentores ha sido fundamental para su desarrollo y progreso en el deporte.

Pedro Casas ha tenido una destacada trayectoria como amateur, con alrededor de 115 peleas en su haber y solo 15 derrotas. Ha enfrentado a boxeadores de renombre nacional, muchos de los cuales han participado en competencias de alto perfil como los Juegos Panamericanos, los Juveniles y la Selección Nacional de la Federación Mexicana de Boxeo.

Su desempeño en estas competiciones le ha valido seis medallas nacionales: dos oros, tres bronces y una plata. Estos logros son testimonio de su habilidad y dedicación en el ring.

Uno de los hitos más importantes en su carrera amateur fue su participación en un torneo clasificatorio para los Juegos Olímpicos de París 2024. Pedro tuvo un desempeño notable, avanzando hasta las Semifinales. Sin embargo, un corte en su rostro detuvo la pelea en la última ronda, truncando su camino hacia la Final.

“Tuve un buen desempeño, me sentí muy orgulloso de mí. Avancé hasta Semifinales y en la última pelea pararon por un corte en mi rostro. Fue frustrante para mí, pero me sentí muy satisfecho con mi trabajo. Fue de lo más importante de mi vida porque me quedé a nada de conseguir lo que todo atleta anhela”, reflexiona Pedro sobre esta experiencia crucial.

Pedro Casas no se detiene en sus logros pasados; sus ojos están puestos en el futuro, particularmente en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Su trayectoria hasta ahora sugiere que podría ser una figura destacada en la escena internacional del boxeo.

No sería de extrañar que Pedro Casas Durán pudiera sorprendernos en los próximos Juegos Olímpicos, tal como lo hizo el reciente medallista de plata, Marco Verde.

Pedro tiene grandes aspiraciones y está determinado a vivir del boxeo, esperando poder sacar adelante a su familia y seres queridos.

“Yo entré al boxeo aspirando a lo que uno ve en la tele desde niño. En algún momento de mi vida quise seguir con una vida rutinaria, pero al voltear a ver al niño de once años que comenzó en este deporte y ver esos sueños y aspiraciones que tenía, decidí que no podía dedicarme a otra cosa que no fuera el boxeo”, explica Casas. Su determinación y trabajo duro son evidentes en su búsqueda por alcanzar el éxito en el deporte.

UN MENSAJE PARA LA JUVENTUD

Pedro no solo busca destacar en el ring, sino también inspirar a los jóvenes que aún buscan su camino.

“Les aconsejo que se acerquen al boxeo. Es un deporte maravilloso que te permite conocer lugares inimaginables y canaliza mucha energía, además de tener beneficios psicológicos” dice Casas. Su experiencia personal y su pasión por el boxeo lo motivan a compartir su mensaje con la juventud, alentándolos a encontrar una salida positiva para sus energías y aspiraciones.