Pistorius sale de la cárcel para cumplir pena domiciliaria
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El atleta de 28 años mató en su casa a su pareja Reeva Steenkamp en la noche de San Valentín de 2013 al dispararle cuatro tiros.
El sudafricano Oscar Pistorius dejó hoy tras un año la prisión para cumplir en arresto domiciliario el resto de la condena que le fue impuesta por matar a tiros a su novia.
Tal como había sido anunciado la semana pasada, el ex astro del deporte paralímpico dejó la prisión Kgosi Mampuru II de Pretoria.
Se esperaba que el atleta fuera liberado el martes, pero finalmente se le permitió dejar la cárcel el lunes por la noche local, según informaron las autoridades penitenciarias de Sudáfrica.
El atleta de 28 años mató en su casa a su pareja Reeva Steenkamp en la noche de San Valentín de 2013 al dispararle cuatro tiros. Pistorius, amputado de ambas piernas, alegó que la confundió con un ladrón.
El múltiple campeón paralímpico fue condenado en octubre de 2014 a cinco años de prisión por homicidio imprudente. La fiscalía pidió entonces una pena más grave, al considerar que el atleta cometió un delito de asesinato.
Según la ley sudafricana, cuando un preso lleve cumplida una quinta parte de su condena y se haya comportado bien puede solicitar el ser trasladado a su casa y completar la pena en arresto domiciliario.
La junta de libertad condicional accedió a darle ese beneficio a Pistorius tras analizar todas las presentaciones realizadas, entre las que se incluyó el informe del perfil del acusado, las directrices de la junta y los alegatos de la familia de la víctima.
El velocista iba a abandonar la cárcel en un primer momento el 21 de agosto, pero su libertad condicional fue bloqueada a última hora por el ministro de Justicia, Michael Masutha, con el argumento de que la decisión había sido "tomada antes de tiempo".
El atleta sudafricano, sin embargo, podría regresar pronto a prisión, ya que la Corte Suprema de Apelaciones de Sudáfrica debe decidir el 3 de noviembre si el veredicto en contra de Pistorius se debe cambiar de homicidio imprudente a asesinato.
Si ello ocurre, el atleta se enfrentaría a una pena de más tiempo y por lo tanto debería volver a la cárcel.
Caso Pistorius reabre viejas heridas en Sudáfrica
El sudafricano Oscar Pistorius, superestrella del deporte paralímpico, abandonó bajo la protección de la noche la cárcel de Pretoria en la que estaba recluido. Pero su arresto domiciliario en una villa de lujo no ha pasado inadvertido para la opinión pública sudafricana.
"El asesino condenado Oscar Pistorius está libre". Millones de sudafricanos se despertaron hoy temprano con esta frase al encender sus transistores de radio.
Tras casi un año encarcelado, el famoso atleta discapacitado salió de su cautiverio en plena noche, algo antes de lo esperado, para evitar las cámaras y los flashes, que hoy por la mañana se agolparon frente a la lujosa casa de su tío Arnold.
"Oscar está aquí, Oscar está con su familia", dijo la portavoz de los Pistorius, Anneliese Burgess. Frente a la villa había un vigilante y las ventanas estaban cerradas para evitar las miradas curiosas.
Las puertas de su celda se abrieron para Pistorius 363 días después de su ingreso en la penitenciaría de Kgosi Mampuru II en Pretoria por haber matado a tiros a su novia, Reeva Steenkamp. El resto de la condena lo cumplirá bajo arresto domiciliario.
El múltiple campeón paralímpico, que adquirió fama mundial cuando consiguió competir en unos Mundiales y en unos Juegos Olímpicos junto a atletas no discapacitados, fue condenado por homicidio imprudente, ya que siempre alegó que confundió a la mujer con un ladrón.
Los padres de Steenkamp consideraron insuficiente sólo un año de prisión por la muerte de su hija. No obstante, la abogada de la familia, Tanya Koen, prefirió hoy quedarse al margen de la polémica.
"Que Oscar Pistorius fuera excarcelado un día antes o no es algo que no tiene relevancia. Reeva sigue muerta", dijo la representante legal, que aseguró que lo importante ahora para la familia Steenkamp es la creación de una fundación para apoyar a niños y mujeres maltratadas.
Pero en los programas de radio o en las redes sociales, pronto se extendió la indignación contra los "blancos ricos" que con abogados caros consiguen, aunque sea limitada, la libertad de un arresto domiciliario en una casa de lujo que, según informes de prensa, tiene hasta 27 habitaciones.
El caso podría dar base en Sudáfrica a un nuevo debate público sobre el aún creciente desequilibrio entre ricos y pobres en Sudáfrica. Incluso aunque en el país hace tiempo que se desarrolló una clase media negra, los sudafricanos blancos siguen siendo normalmente la parte más adinerada de la población.
"Mi fe en nuestra capacidad para construir una sociedad no racista se esfuma de día en día", escribió hoy el influyente intelectual negro Aubrey Matshiqi en un comentario en el diario "Business Day" y denunció "el racismo ridículo" de una comunidad blanca privilegiada.
El debate está generando cada vez más protestas de estudiantes en el país. Las manifestaciones empezaron por el anuncio de una subida de tasas universitarias, pero apuntan cada vez más a la denuncia de una sociedad en la que los negros talentosos tienen menos oportunidades que los blancos ricos.
Pistorius se ve ahora incluido en la crítica. El atleta, que tiene las dos piernas amputadas, tendrá que cumplir una serie de estrictas normas en su vida diaria, desde una prohibición total de beber alcohol hasta la obligación de aceptar un trabajo.
Incluso a medianoche podrían presentarse unos controladores frente a su casa para pedirle un test de sangre o de orina inmediato. Además, existe el problema de su seguridad en un país que con 49 casos de muertes violentas al día ya tiene un alto índice de criminalidad.
La antigua estrella paralímpica fue condenado a cinco años de prisión en octubre de 2014 por matar a su novia de cuatro disparos a través de la puerta cerrada del baño, donde, según sostuvo durante el juicio, pensaba que había un ladrón.
Al haberse portado bien en prisión, Pistorius puede pasar el resto de su pena en arresto domiciliario.
Sin embargo, el sudafricano podría volver pronto a la cárcel, ya que el 3 de noviembre debe examinarse la apelación de la fiscalía, que pide una condena más dura para el corredor, hasta 15 años encerrado.