¿Qué pasó en la Federación Mexicana de Futbol?
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Fueron a la fórmula del bicampeón para atender las necesidades de una Selección que será local, en el Mundial
Mientras escuchaba las palabras del comisionado de la NFL, Roger Goodell, me acomodaba en el spot que tenemos en el Radio Raw del Centro de Convenciones en Phoenix, me disponía a platicar para mis programas la importancia de un Super Bowl con dos quarterbacks afroamericanos, además de saber si los Chiefs de Kansas City —gracias a Patrick Mahomes— pueden ocupar el lugar de la franquicia dinastía, así como la historia de los primeros hermanos, los Kelce (Travis y Jason), que se enfrentarán en el domingo más esperado por los fanáticos del aguacate y los nachos, las grasas saturadas y los excesos de cerveza, para apostar con los amigos quién hará la primera conversión de puntos, cuando llegó la Federación Mexicana de Futbol con su Domingo 7, con su sorpresita bien guardada: La decisión del director técnico para la Selección Mexicana más desorganizada en la historia.
Los frentes están expuestos y, además, quedó rápidamente exhibido que las cosas no cambiaron de fondo.
La forma, sí; la pomposa forma de decirnos que habría un montón de ejecuciones distintas, pero lo sucedido en este complicado proceso logra evidenciar que no se quieren unir fuerzas para un proyecto profundo y poderoso, por lo que fueron a la fórmula del bicampeón para atender las necesidades de una Selección que será local, en tres años y medio, en un Mundial.
Asusta ver cómo, en lugar de tener un perfil integral para toda la Federación Mexicana de Futbol, se logra tener —vía el cabildeo— al que mejor se acomoda a los retos que hoy imperan en un sistema fallido y carente de credibilidad.
Es un hecho que ser bicampeón en México es algo muy complejo en la era de los torneos cortos; de hecho, el primero en lograrlo también dirigió al equipo de todos: Hugo Sánchez, y el otro también fue candidato: Gustavo Matosas.
Además, hacerlo con el Atlas, que tenía más de 70 años sin lograr un título de Liga, es todavía más significativo.
Toca entender cómo fue y cuál es el plan, para hacer el ejercicio completo.
¡Bienvenidos, bienvenidos! A esos días en los que nos preguntamos: ¿Qué pasó?