Djokovic llega al límite

Tenis
/ 7 marzo 2016

Suma ya 87 semanas consecutivas en la cima del tenis masculino -desde el 7 de julio de 2014

Pocas, muy pocas veces, contadas si acaso, se le ha visto padecer a Novak Djokovic a lo largo de su último año y medio de reinado en el circuito. Este fin de semana, sin embargo, ocurrió una de ellas. Fue en el cruce de la Copa Davis (Grupo Mundial) entre Serbia y Kazajistán (3-2), en el que Nole desembarcó después de tener que abandonar en su último torneo, en Dubái, aunque en esa ocasión el problema fue una infección ocular. Djokovic jugó y venció, hasta ahí sin novedad, pero el número uno sufrió como hacía tiempo que no lo hacía. "No sentía las piernas, era como si no fuesen mías", aseguró.

Djokovic disputó tres partidos en tres días. Primero frente a Aleksandr Nedovyesov (6-1, 6-2 y 6-3); después el del dobles, junto a Nenad Jimoncic, frente al dúo Andrey Golubev-Aleksandr Nedovyesov; y ayer, como cierre, libró una batalla de casi cinco horas ante Mikhail Kukushkin, al que doblegó por 6-7, 7-6, 4-6, 6-3 y 6-2. El serbio se aferró a la épica y finalmente resistió para que su equipo lograse el acceso a los cuartos, pero con el consiguiente peaje físico. "Yo jugué al nivel que pude ya que no estaba bien física y mentalmente. Ha sido uno de los partidos más complicados que he jugado, sobre todo por el hecho de que no sabía si retirarme o no", expresó.

La grada del Pionir Hall de Belgrado sostuvo con sus gritos al rey de la ATP, al que se le vio por instantes desfondado y fundido, al límite. En el último año y medio, derrotas al margen (7), solo el sudafricano Kevin Anderson (en la última edición de Wimbledon) y el galo Gilles Simon (este año en Australia) le habían exigido tanto. "El público ha estado fenomenal y cuando les pedí que me apoyaran, me han resucitado entre los muertos, literalmente", manifestó Nole, que a partir de esta semana encara Indian Wells y a continuación Miami; "estoy satisfecho con el resultado, sobre todo porque después del tercer set me sentía al límite físicamente. No quería retirarme, mi cabeza y mi corazón me pedían continuar. Quería ganar delante de mi público, en casa".

Esta vez, Djokovic (28 años) sorteó la adversidad, pero toma nota. Suma ya 87 semanas consecutivas en la cima del tenis masculino -desde el 7 de julio de 2014; solo Roger Federer (237 semanas), Jimmy Connors (160 semanas), Ivan Lendl (157 semanas) y Pete Sampras (102 semanas) le superan-, pero la supremacía conlleva un desgaste superior. "No sentía las piernas, era como si no fuesen mías", admitió; "si no hubiera sido un partido por mi país, las cosas habrían sucedido de otra forma. El cuerpo me ha dado varias señales de que era demasiado, que era el momento de decir basta, pero mi cabeza y mi corazón querían llegar hasta el final".

En la siguiente ronda, Serbia se medirá a la Gran Bretaña de Andy Murray. El escocés, el gran héroe el curso pasado, en el que los británicos terminaron con una sequía de casi 80 años sin levantar la Ensaladera, cumplió en la serie contra Japón (3-1). Otros focos de interés fueron la victoria de EE UU ante Australia (1-3) -con intervención en el dobles del capitán Lleyton Hewitt, retirado en enero- y el reestreno con nota (3-0 a Canadá) de Yannick Noah en el banquillo de Francia.

España, que compite en el Grupo I (la segunda categoría por equipos), conoció por fin quién será su rival para regresar a la élite. Será Rumania, que batió con un contundente 3-0 a Eslovenia. El cruce tendrá lugar del 15 al 17 de julio (justo después de Wimbledon y a escasas fechas de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro) y los rumanos elegirán superficie.

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