Sector del automóvil espera un difícil 2010

Dinero
/ 22 septiembre 2015

El sector del automóvil cree que ya ha pasado lo peor de la crisis económica y financiera, pero prevé aún que 2010 será un año duro, preocupaciones que se hicieron hoy palpables en la feria del automóvil de Detroit, que se celebra hasta el 24 de enero.

No hay motivo para la euforia, dijo el presidente de la Asocición de la Industria del Automóvil, Matthias Wissmann. El presidente de Chrysler y Fiat, Serio Marchionne, aseguró hoy que el único dato tranquilizador es que en 2009 se alcanzó el punto más profundo de la crisis.

El sector espera que el mercado estadounidense crezca este año y que continúe el boom en China. Sin embargo, en Alemania y en toda Europa occidental se prevén caídas de ventas tras la retirada de las ayudas esttales a la compra de automóviles nuevos.

Por eso, los productores quieren contraatacar con automóviles pequeños y compactos: Audi, BMW o Daimler prevén un curso de recuperación tras la caída de ventas el año pasado.

El presidente de ventas de la alemana Volkswagen (VW), Christian Klingler, calificó 2010 como un año "desafiante" y consideró que el mercado mundial del automóvil no mostrará una tendencia de recuperación real.

Tras ventas récord en 2009, su firma quiere ganar cuota de mercado frente a la competencia. La empresa sacará al mercado su primer vehículo electrónico en 2013, el modelo "Up". Su competidor BMW esperará hasta 2015.

Un estudio dado a conocer hoy consideró que los automóviles eléctricos e híbridos, el punto fuerte de la cita de este año en Detroit, serán ya en los próximos cinco años una alternativa realista a los automóviles con motor de combustión tradicional.

El estudio internacional realizado por la firma asesora McKinsey en colaboración con las ciudades de Nueva York y Shanghai y el gobierno francés, prevé que esos vehículos alcancen en Nueva York una cuota de hasta el 16 por ciento de las nuevas matriculaciones en 2015. París y Shanghai esperan una cuota del 9 y el 5 por ciento, respectivamente.

El estadounidense General Motors sacará ya a finales de este año al mercado su modelo electrónico Chevrolet Volt en California. Los tres mayores productores estadounidenses destacaron también en la feria sus modelos pequeños y compactos.

El presidente de Ford, Alan Mulally, presentó en Detroit la nueva generación del compacto Focus y el pequeño Fiesta. El presidente del Consejo de Administración de la firma, Bill Ford, dijo que este año podría ser el de los coches pequeños.

Además, aseguró que su firma se está acercando al final de su fase de reestructuración de tres años y mostró optimismo para 2011, cuando se espera que la economía estadounidense inicie una lenta recuperación de la recesión. "Estamos a punto de terminar", dijo Mullally sobre la reestrucración durante una conferencia con analistas. "Ya hemos dejado atrás las grandes decisiones que hemos tomado".

Mulally manifestó que espera ventas de vehículos en Estados Unidos de entre los 11,5 y los 12,5 millones de unidades en 2010, tras caer a unos 10,5 millones el año pasado en medio de la recesión más profunda que ha vivido Estados Unidos en décadas.

A diferencia de sus competidores estadounidenses General Motors y Chrysler, Ford logró permanecer al margen de la bancarrota en 2009 y vio los primeros signos positivos en diciembre, cuando las ventas crecieron un 33 por ciento frente al mismos mes de 2008.

Sin embargo, un gran problema en Estados Unidos es la batalla por bajar los precios. "Un volumen no beneficioso no es el volumen que quiero", dijo Marchionne. A medio plazo pretende elevar la venta de Chrysler a 2,8 millones de auotmóviles. Fiat tiene el 20 por ciento de la estadounidense, pero la posibilidad de comprar la mayoría a largo plazo.

Tras un año difícil, la número uno del sector Toyota también apuesta en un año difícil por modelos híbridos. El jefe de la firma en Estados Unidos, Jim Lentz, anunció para los próximos años ocho nuevos modelos de este tipo. Toyota es considerado pionero en este campo, con su modelo Prius.

Por su parte, la automotriz alemana Opel prevé que seguirá sintiendo los efectos de la crisis en 2010, cuando se espera una caída de las ventas, según el presidente de General Motors Europa, Nick Reilly, en la feria del automóvil. Reilly confirmó de forma indirecta que será el futuro jefe de la filial alemana Opel.

El directivo dijo también que espera presentar un plan para la reestructuración de Opel antes de finales de mes y explicó que está esperando los debates con los sindicatos para ultimarlo. GM pretende recortar los salarios de sus trabajadores europeos, que a cambio piden una participación en la firma.

Opel y la filial británica de GM Vauxhall vendieron el año pasado 1,2 millones de automóviles tras los 1,4 millones de 2008. "En 2009 perdimos dinero en Europa", dijo Reilly. Sin embargo, se mostró convencido de que la firma volverá a ser rentable en 2011.

Mientras, la filial sueca de GM, Saab, se encuentra cada vez más cerca del cierre. "Ninguna de las ofertas hasta ahora es convincente", dijo el presidente de GM, Ed Whitacre, "pero la puerta no está aún cerrada".

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