Familia Porsche contra Piech en lucha por Volkswagen
COMPARTIR
TEMAS
La lucha por el control de Volkswagen (VW) sigue levantando temperatura entre las partes en conflicto: por un lado los históricos directivos de la automotriz de Wolfsburgo, y por otro quienes pronto serán sus copropietarios, la familia Porsche-Piech.
El último capítulo de la puja en la cima de la industria automotriz mundial lo inauguró el presidente del consejo de vigilancia de VW, Ferdinand Piech, quien en la sesión del consejo del viernes dio abiertamente la espalda a sus parientes, la familia Porsche.
Los dueños de Porsche buscan ahora que su recién definido enemigo y patriarca de Volkswagen deje su puesto en el órgano de control de VW, según informan las revistas "Der Spiegel" y "Focus" en su edición de hoy.
Para conseguirlo necesitan sin embargo el visto bueno del estado federado de Baja Sajonia, que durante el fin de semana trató de poner paños fríos sobre el conflicto y llamó a las partes a la reconciliación.
Porsche tiene actualmente 30 por ciento del paquete de VW y está previsto que pronto se hará con la mayoría de la automotriz. A raíz de ello hay desde hace meses sordas luchas por el reparto futuro del poder en diferentes instancias empresariales y de gobierno.
En la sesión del consejo de vigilancia del viernes, a ojos de sus parientes escandalosa, Ferdinand Piech se abstuvo de votar una propuesta de los trabajadores de VW por la cual todos los proyectos y negocios futuros que Porsche emprenda con la filial de VW Audi sólo podrán llevarse a cabo si cuentan previamente con la aprobación del consejo de vigilancia de VW.
La abstención significó que la propuesta se aprobara con 10 votos a favor de los representantes de los trabajadores y nueve en contra del lado empresario. Como presidente del consejo de seguridad, Piech tiene doble voto, y su abstención fue una puñalada para los dueños de Porsche, entre ellos él mismo, pues implica limitaciones para su margen de acción gerencial.
Para hacer la afrenta más notoria, Piech no se presentó a la sesión. Emitió su voto de abstención por escrito y se hizo respresentar por el ex directivo del sindicato de los trabajadores metalúrgicos alemanes IG-Metall, Jürgen Peters.
Lo cual adquiere todo su peso si se considera que mientras tenía lugar la sesión, el poderoso sindicato metalúrgico desarrollaba frente a la sede de la empresa la manifestación más populosa de la historia de VW, a la que concurrieron más de 40.000 trabajadores. Los empleados se manifestaron contra la eliminación de la controvertida "Ley Volkswagen", que Porsche quiere derogar a toda costa.
Después de las reformas que le hizo el gobierno central en Berlín, la ley sigue garantizando para el estado de Baja Sajonia una "minoría de bloqueo", como se llama al porcentaje accionario necesario para vetar una decisión empresaria, de 20 por ciento, mientras que en general la minoría de bloqueo no es inferior a 25 por ciento.
La compleja lucha de poder por VW y Porsche se da en varios frentes. De acuerdo con lo que otros medios informaron, Ferdinand Pi%ch presiona por la salida del director general de Porsche, Wendelin Wiedeking, un frío tecnócrata a quien la empresa de autos deportivos debe su renacimiento de los últimos años.
El presidente de comité de empresa de VW, Bernd Osterloh, intercambió por su parte una serie de duros golpes en los últimos meses con su contraparte de la empresa Porsche, Uwe Hück, en la puja por quién tendrá más influencia en el futuro.
El clan familiar Porsche/Piech, que finalmente tiene el poder en el holding Porsche, que pronto pasará estará integrado también por vw, se ocupó el viernes de hacer notar su disgusto con Ferdinand Piech.
"Estoy horrorizado por la conducta del presidente del consejo de vigilancia de VW durante la sesión; la gente de Porsche está sumamente consternada", hizo saber Wolfgang Porsche, primo de Piech y presidente del consejo de vigilancia de Porsche, según declaraciones que reprodujo el "Frankfurter Allgemeinen Zeitung".
Al respecto no quiso expresarse públicamente ningún otro representante de WV o de Porsche, pero de acuerdo con "Der Spiegel", las familias propietarias trataron de comunicarse telefónicamente con Ferdinand Piech antes de la sonada sesión para convencerlo de votar contra la propuesta de los trabajadores.
Además, según informa la prensa, también le escribieron una carta, ya que Piech desde hace más de dos semanas no se deja ver en ningún encuentro familiar. Pero tampoco contestó la carta.
El estado federado de Baja Sajonia, donde VW tiene su principal sede y que es el segundo mayor accionista de la empresa después de Porsche, llamó durante el fin de semana a la reconciliación entre las partes.
"El gobierno del estado desea que las fuertes personalidades de Wolfgang Porsche, Ferdinand Piech, Wendelin Wiedeking, Bernd Osterloh y Uwe Hück lleguen a dialogar y entenderse", dijo un vocero del gobierno en nombre del primer ministro del estado, el democristiano Christian Wulff.
El gobierno del estado no quiso tomar partido en el conflicto, limitándose a destacar lo indispensable que resulta alcanzar la unidad en vista de los desafíos que las empresas involucradas deberán enfrentar.
La confianza entre las partes será decisiva, pues en pocos días habrá de hecho un holding Porsche/VW. Y eso significará para el nuevo conglomerado enfrentar conjuntamente la competencia mundial. No por nada VW se propone llegar a 2018 como el mayor productor de automóviles del mundo.