Es mejor ser extranjero en los negocios

Quizá sea obvio, pero en todos los Países civilizados, el Gobierno le debe dar prioridad a sus propios ciudadanos antes que a los extranjeros, de esta manera se puede crear una clase media fuerte, una clase empresarial próspera y esto aporta múltiples beneficios ya que a los nacionales, por el simple hecho de serlo, procurarán mantener el negocio a flote y también, en caso de éxito, procurarán reinvertir sus ingresos en el propio País buscando repetir un modelo exitoso de negocios y a la vez, contribuirán al desarrollo sostenido de la Nación; repito, eso pasa en los Países civilizados, sin embargo, en México las cosas no son un poco diferentes, yo creo que son un “bastante diferentes”.

Viajando por la República, últimamente me he encontrado en plazas comerciales, restaurantes, aeropuertos, etc. A un número cada vez mayor de personas de aspecto oriental, bueno, aspecto e idioma, con esto, es claro que nuestro país está sufriendo una auténtica invasión de estos orientales que de acuerdo al Gobierno, amablemente están invirtiendo sus recursos en México, veamos los motivos:

Me permito tomar un ejemplo al aire, hace poco tiempo, el Gobierno de Coahuila, anunció con bombo y platillo que una empresa de origen coreano, invertiría la tremenda cantidad de 53 mdd con el fin de instalar una planta que generará cuatro mil empleos, en una primera instancia, la cifra de empleos se ve interesante, sin embargo, analicemos detenidamente el dato.

Si dividimos 53 mdd entre 4 mil personas, tenemos que la inversión por cada empleo es de 13,250 dólares por persona, es decir unos 238,500 pesos al día de hoy, hasta ahí el dato es bueno e interesante, sin embargo, los problemas comienzan cuando se conoce que dicha planta para poder operar, recibió algunos beneficios adicionales del Gobierno, tales como:

* Se les regaló el terreno para instalarse
* Se les regaló una cantidad fuerte de Kilovatios de energía eléctrica
* Se les regaló la inscripción e impuestos en el Registro Público de la Propiedad.
* Se les regalaron los costos para la capacitación de sus empleados en el extranjero.
* Se les condonó el ISN para siempre.
* Se les pagó el arrendamiento de casas para el hospedaje de sus directivos. 

Muy bien por los coreanos que traerán la modernidad y la justicia social de la revolución mexicana a tierras laguneras, no puedo dejar de recordar al discurso del alcalde Juan Vargas de San Pedro de los Saguaros en la película la Ley de Herodes.
¿Qué pasaría si el Gobierno diera esos mismos apoyos a los nacionales o en este caso, mínimamente a los habitantes de Coahuila?, no se trata de justificar el síndrome de Juan Escutia, eso de abrazar a la bandera y tirarse al vacío, sino de una planeación real,  si restamos el costo invertido por los coreanos y le quitamos los beneficios que recibieron, claramente podemos ver que cualquier inversionistas en franquicias o en un negocio bien puesto, hacen una inversión mayor a la de estos coreanos, entonces, ¿por qué el Gobierno tiene una política de beneficiar al extranjero?, ¿Cuándo se dio el último terreno de regalo a un ciudadano para instalar un negocio?, ¿De cuántas hectáreas fueron los terrenos donados?, ¿Cuándo se pagó por última vez a un inversionista coahuilense o mexicano para que viajara a capacitarse al extranjero?, ¿Cuándo se les regaló la luz a los dueños de pequeños negocios?.

Al contrario!!!, mientras a los extranjeros se les regalan impuestos, terrenos, etc., a los nacionales nos persigue el SAT, el Estado, el Municipio, para registrar una Sociedad el Registro Público de la Propiedad cobra una fortuna y además en el caso de Coahuila se tarda más de 6 meses en inscribirla, en fin, algo apesta en esta sociedad y ese fétido olor viene desde las oficinas de Gobierno.

Para terminar esta columna, como coahuilense quiero preguntar al Gobernador de Coahuila y a todos sus “achichincles” y gasta viáticos del área económica, ¿en dónde queda la fila para que los ciudadanos comunes gocen de beneficios en sus negocios como si fueran extranjeros?

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