FMI alerta sobre riesgos por políticas industriales deficientes
Advierte que el mal diseño de estas políticas pueden resultar en el uso ineficiente de recursos fiscales sin lograr avances
CDMX.- El Fondo Monetario Internacional advirtió que aunque existe un creciente interés de los países en fortalecer sus economías a través de políticas industriales para fomentar la producción local, existe el peligro de que los recursos fiscales se utilicen de manera ineficaz sin lograr avances notables.
De acuerdo a lo que explicó éstas también pueden representar un costo fiscal considerable para los países en un contexto de elevado endeudamiento y finanzas públicas limitadas.
Así lo estableció en el capítulo 3 titulado “Política industrial: gestión de compensaciones para promover el crecimiento y la resiliencia, contenido en el informe de Expectativas Económicas Mundiales” (WEO por sus siglas en inglés).
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Explicó que la eficacia de una política industrial depende en función de las características específicas del sector, que pueden ser difíciles de determinar con anticipación, al mismo tiempo que se advierte, presentan contrapartidas.
Alertó que cuando los resultados sectoriales son positivos, la política industrial puede generar efectos secundarios negativos intersectoriales y reducir la productividad general al desviar recursos de forma ineficiente de sectores no prioritarios.
Por lo anterior, destaca que una política industrial eficaz requiere una focalización e implementación cuidadosas, instituciones sólidas, reformas estructurales complementarias y una política macroeconómica sólida.
“Las políticas mal focalizadas corren el riesgo de desperdiciar los escasos recursos fiscales sin obtener resultados significativos”, alerta.
Para los expertos del organismo que preside Kristalina Georgieva, encargados del capítulo analítico, los países recurren cada vez más a la política industrial para reestructurar sus economías mediante el apoyo a sectores y empresas estratégicos.
Mencionan que entre las motivaciones se incluyen el impulso a la productividad, la reducción de la dependencia de las importaciones, en especial en el sector energético, y el aumento de la resiliencia.
El FMI subraya la necesidad de que los responsables políticos consideren cuidadosamente los costes de oportunidad y los sacrificios implicados, evaluando el aumento esperado de la producción en el sector objetivo frente a otros factores como el coste fiscal y el incremento de los precios al consumidor.