Gasolinazo seguirá y con más fuerza, gracias a la refinería de Dos Bocas
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La rentabilidad de la nueva refinería de Tabasco se sustenta en un incremento de impuestos, lo que llevaría a una marginal reducción de precios de venta al público
En los primeros tres años, después de invertir 17 mil 370 millones de dólares en la construcción de la refinería de Dos Bocas, Tabasco, y modernizar las seis actuales refinerías —incluyendo el costo de la deuda—, Petróleos Mexicanos (Pemex) estima que tendrá utilidades de más de 2.38 billones de pesos o su equivalente a 125 mil 200 millones de dólares. Sin embargo, 94.2 de cada 100 dólares de ganancia será por un explosivo incremento de 265% en el llamado impuesto del gasolinazo, según un reporte de la petrolera.
“Construir una nueva refinería y rehabilitar las seis existentes tiene mayores ganancias en el país, tanto en lo económico como en la conservación de recursos”, señala el Análisis de la viabilidad de la Construcción Refinería Dos Bocas, Tabasco, elaborado por el área de Pemex Exploración y Producción, en mayo pasado.
El escenario de no construir la refinería en Tabasco y mantener el esquema de las últimas décadas de exportar petróleo crudo y “únicamente refinar 25% de la producción del país”, generaría en tres años ganancias para el gobierno federal de 886 millones de dólares, es decir 99.29% menos respecto a los más de 125 mil 200 millones con la refinería.
De cumplirse el cronograma previsto, tanto la refinería de Dos Bocas como la rehabilitación de las otras seis estarían listas para 2022. De ser así, para 2024, último año del gobierno de López Obrador, el precio de los combustibles en México ya no se regirá por los costos del mercado, sino por el de producción más la refinación del crudo.
Esto “conllevaría a bajar significativamente el precio final de los combustibles, lo que permite al gobierno compensar el precio aumentando más los impuestos (IEPS) para poder tener más ganancias por cada litro consumido en el país y así hacer más rentable el proyecto”, reportó Pemex.
Esas bajas significativas son del orden de 63.2% para el precio de la gasolina, que sería de 4.02 pesos el litro, el diésel descendería 44.9% a 6.02 pesos y el litro de turbosina tendría un marginal incremento (0.6%) a 10.04 pesos por litro.
En tanto, el llamado impuesto del gasolinazo, el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), pasaría de los 5.03 pesos promedio por litro de gasolina (5.3617 pesos a la magna y 4.7051 a la premium) a 11.5 pesos, es decir 128.5% más. En el diésel pasaría de los 5.79 a 9.0 pesos por litro, 55.5% más. Actualmente, la Secretaría de Hacienda (SHCP) cobra tres tipos de IEPS a los combustibles.
Con ese incremento, en los primeros tres años del arranque de operaciones de Dos Bocas recaudaría 84 mil 303 millones de dólares por IEPS a la gasolina; otros 31 mil 121 millones más por IEPS al diésel y otros dos mil 557 millones por IEPS a la turbosina. Es suma, 117 mil 981 millones de dólares en el trienio o 39 mil 327 millones, en promedio por año. Ese monto anual significa un incremento de 265% respecto a lo recaudado en 2018.
En materia de impuestos, un elemento que olvidó mencionar Pemex es que en tres años, el gobierno federal recaudará mil 863 millones de dólares, en promedio anual 621 millones por el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Actualmente, sin “subsidios”, el IEPS e IVA absorben el 46.2% del precio de la gasolina magna (menor a 92 octanos).
Desventajas
Como el propio análisis lo señala, uno de los principales obstáculos es el nivel de producción de petróleo. A mayo, la extracción fue de 1.904 millones de barriles diarios, cifra que liga nueve meses con descensos anualizados. Ese volumen contrasta con los 2.343 millones que se requieren para las siete refinerías. Para ello, se requiere un incremento de 23 por ciento. Esa mayor producción cobra relevancia ante la gradual cerrazón del gobierno federal a permitir que la petrolera haga sociedad con el capital privado.
Según el análisis, “existe una variable sumamente importante y esta es que las metas del Plan Nacional de Producción de Hidrocarburos se alcance en el tiempo programado, ya que de lo contrario de nada serviría tener siete refinerías operando si se estarían subutilizando, lo que conllevaría a un déficit económico en materia energética”.
Otras desventajas que enumera Pemex son mayores índices de contaminación, la tendencia a dejar de usar combustibles fósiles, el alto riesgo en la construcción en tiempo y presupuesto. Entre las ventajas mencionó “apresurar la explotación de hidrocarburos fósiles ahora que aún tienen valor” y la “seguridad nacional de insumos energéticos previniendo posible bloqueo internacional”.
Faltan los “cómos”
Analistas se preguntan cómo logrará el gobierno aumentar la producción de Pemex sin inversión privada.
La comunidad bursátil se mantiene a la espera de los detalles del Plan de Negocios 2019-2023 de Pemex, ya que al menos cuatro analistas coinciden que se dieron los lineamientos y falta saber los “cómos” que son trascendentales para las evaluadoras de riesgo crediticio.
“Las calificadoras estarán al pendiente del plan completo para poder dilucidar si se requieren mayores ajustes a las calificaciones crediticias del soberano, o de Pemex”, informó la directora de Análisis en Intercam Casa de Bolsa, Alejandra Marcos.
La preocupación es cómo logrará incrementar la producción de petróleo, ya que ahora la única entrada del capital privado será a través de contratos de servicios. “A diferencia de los ‘farmouts’, la inversión privada no tendrá el beneficio en utilidades ni asumirá los riesgos de producción”.