Industria automotriz vive bajo un intenso estrés
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Las ventas de autos a nivel mundial se están cayendo y los motivos sobran: desaceleración económica, aumento de las tensiones comerciales, dramáticos cambios regulatorios, etc. Y México no se escapa
POR JULIO MARCELO BRITO ALVISO PARA VISION AUTOMOTRIZ
Las ventas de autos se están viendo socavadas y los motivos sobran: desaceleración económica, aumento de las tensiones comerciales, dramáticos cambios regulatorios, -impulsados en parte por la crisis climática- y cambios tecnológicos de fondo hacia vehículos eléctricos e inteligentes . Las ganancias se están evaporando.
México sigue la tendencia mundial. Después de un año récord en ventas durante 2016, de los siguientes 30 meses, solo cuatro han registrado incrementos y los restantes 26 meses negativos, que han llevado a pronosticar un cierre a bajo de un millón 300 mil unidades vendidas en 2019, es decir, casi 300 mil unidades menos, desde su mayor nivel.
“Estos son momentos de inflexión y es por eso que hay estrés en la producción y el empleo, porque la tecnología está cambiando”, dijo el presidente ejecutivo de Ford, Jim Hackett, pero más allá del cambio tecnológico las guerras comerciales hacen más difícil el camino.
El mercado automotriz de China es el mejor ejemplo. Por primera vez en más de dos décadas registró un declive en 2018, y el desplome se ha profundizado este año debido al crecimiento económico más débil, la guerra comercial con Estados Unidos y los nuevos estándares de emisiones.
Geely reveló recientemente que su ganancia neta probablemente se hundió 40%, Ford vendió casi 22% menos de vehículos en China durante el segundo trimestre que en el mismo periodo del año anterior. General Motors registró una caída de 12% en las ventas de vehículos en China en el trimestre.
Las marcas europeas también enfrentan retos. Daimler advirtió sobre una caída en las ganancias este año debido a los retiros, a problemas legales y a las débiles ventas. Espera una pérdida en el segundo trimestre de 1,800 millones de dólares, y su negocio de camionetas está en una situación desesperada.
BMW redujo sus ganancias en el primer trimestre y su división automotriz registró pérdidas. En Volkswagen, el fabricante de automóviles más grande del mundo, las entregas mundiales de vehículos cayeron 2.8% en los primeros seis meses del año.
Ahora que las ganancias son difíciles de conseguir, las automotrices están reduciendo los costos para liberar dinero para invertir en automóviles eléctricos. Ford eliminará 12,000 empleos y cerrará seis plantas en Europa, incluida una fábrica de motores en Reino Unido. Jaguar Land Rover, que es propiedad de Tata Motors de India, recortará 4,500 empleos. Honda también cerrará una planta en Reino Unido.
Se está llevando a cabo un reajuste radical de la industria. Daimler y BMW se han unido para desarrollar tecnología de viajes compartidos y sin conductor, mientras que Honda ha invertido en la unidad autónoma de automóviles de General Motors.
Nissan y Renault intentan desesperadamente mantener unida su alianza tras la caída en desgracia de Carlos Ghosn, mientras que Fiat Chrysler está considerando sus siguientes pasos después de que una propuesta de fusión fue rechazada por Renault en junio.
Volkswagen y Ford dijeron que ampliarían su cooperación más allá de los vehículos comerciales. Ford, que actualmente no vende vehículos completamente eléctricos, utilizará una plataforma Volkswagen para desarrollarlos para su venta en Europa. Volkswagen también acordó unirse a Ford para invertir en Argo AI, una compañía de plataformas de vehículos autónomos valorada en 7 mil millones de dólares. Mazda y Toyota tienen una alianza tecnológica enfocada a autos electricos.