Mercados no temen un triunfo de AMLO, quien se perfila a ganar: Moody's

Dinero
/ 21 junio 2018

Lo que preocupa, y que podría convertirse en el disparador de una sacudida financiera a partir del 2 de julio, es el riesgo de que las cuentas fiscales sufran desde el primer año de gobierno ante la insuficiencia de medidas para generar recursos que financien el vasto programa social planteado por López Obrador

En una elección limpia, el candidato Andrés Manuel López Obrador, de la coalición Juntos Haremos Historia, se enfila a ganar la Presidencia, y los mercados financieros parecen no estar asustados por esa posibilidad, aseguró la firma de asesoría financiera Moody’s Analytics. Sin embargo, acotó, muchos no creen que la propuesta de combate a la corrupción sea la solución para no desequilibrar las cuentas fiscales y financiar las ofertas de campaña.

La gran preocupación que tanto mercados como inversionistas aún mantienen, y que podría convertirse en el disparador de una sacudida financiera a partir del 2 de julio, es el riesgo de que las cuentas fiscales se pueden descuadrar desde el primer año de gobierno ante la insuficiencia de medidas para generar los recursos que financien el vasto programa social planteado por López Obrador, expuso Alfredo Coutiño, economista para América Latina de la firma.

La reciente volatilidad financiera, expresada sobre todo en la depreciación del peso, guarda poca relación con la ventaja que atribuyen encuestas al tabasqueño, consideró el analista de Moody’s Analytics, firma que no tiene relación con la calificadora de deuda Moody’s Investors Service. No obstante, apuntó, buena parte de los participantes en los mercados aún tiene dudas sobre el futuro económico de México conp una presidencia de López Obrador.

A pesar de que los números estimados por su equipo –de los posibles ahorros por el combate a la corrupción– cuadren con las cuentas fiscales para no ampliar el déficit público, nada asegura que dichos ahorros se vayan a generar en la magnitud y con la oportunidad necesaria para evitar caer en la perniciosa inercia de mayor gasto-más déficit-mayor deuda, agregó.

“Esa duda es precisamente lo que mantiene a una parte del mercado reticente y reacia a aceptar una presidencia liderada por López Obrador. Peor aún es el hecho de que de no llegar a despejarse esa duda, antes o inmediatamente después del primero de julio, eso podría ser el catalizador de una posible corrida financiera importante después de las elecciones. Los mercados ya han escuchado al candidato y a su equipo decir que no habrá ‘andadas fiscales’, pero eso no es suficiente para asegurar que no se descuadren las cuentas. Al final, las promesas de campaña son sólo dichos que pueden o no cumplirse”, planteó.

Para que la promesa de campaña sea tomada en serio y garantice mantener las cuentas en orden, se necesita el compromiso de una disciplina fiscal estructural. Es decir, para evitar que los errores de cálculo lleven a un descuadre en la materia se requiere asegurar que desde el primer año de gobierno los números se regirán por una disciplina estricta que automáticamente sujete el gasto a los niveles de ingreso consistentes con la capacidad real de crecimiento de la economía y con un precio estructural del petróleo, consideró.

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