Peso fuerte no deja beneficios y es momentáneo: economistas
Si bien el peso frente al dólar va ganando terreno, esto se debe a que la divisa norteamericana presenta una debilidad ante la mayoría de las monedas a nivel mundial; en esta sintonía, si los precios de los productos norteamericanos en México siguen altos, es debido a que Estados Unidos está en una crisis económica, de tal manera que los beneficios de tener un peso fortalecido en estos momentos son pocos, coincidieron economistas.
Arturo Franco, economista y editorialista de VANGUARDIA, además de docente en la Universidad de Toronto, explicó que hay presiones inflacionarias en los Estados Unidos y problemas en las cadenas de suministros, aunque va disminuyendo el problema de inflación de manera significativa, pero los precios para cualquier consumidor -incluyendo a México- son altos.
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Detalló que el dólar se debilitó precisamente por los problemas económicos en los Estados Unidos, pero esto fue ante todas las monedas del mundo, en los últimos días y esto se debe a las expectativas de inflación.
En Estados Unidos la perspectiva es que bajen las tasas de interés, en cambio en México van en aumento, pero el efecto de inflación en Estados Unidos mantiene precios de productos altos y debilidad en su moneda, por eso el peso mexicano está apreciándose.
También, Franco señaló que esta situación es temporal y los precios en los productos de los Estados Unidos, para consumidores internos y externos, irán cambiando.
Por su parte, el economista saltillense, Marcelo Lara, explicó que el peso va ganando terreno en la paridad con el dólar, esto en el transcurso de varios meses en promedio en los 18 pesos y llegando incluso a los 17 pesos.
“Pero hay que decir que es un fenómeno que se presenta con la mayoría de las monedas con las que Estados Unidos tiene relación comercial. Otras monedas están ganando terreno frente al dólar, no solamente el peso”, dijo Lara.
El tipo de cambio del peso frente al dólar está ahora en niveles que hace muchos años no se daba, pero esto se deriva de la llegada de remesas al país y porque hay inversiones extranjeras.
“Evidentemente también está el tema de la economía de los Estados Unidos, que está muy frágil. Allá también, como en México se han visto en la necesidad de ir subiendo la tasa de interés, y la Reserva Federal del Tesoro busca que el consumo de crédito no se dispare y con eso lograr amortiguar un poco el tema de la inflación”, señaló el economista.
Gran parte de la inflación en México también tiene que ver con el aumento en las materias primas que se traen de Estados Unidos, para que se termine un producto en México, pero este fenómeno puede ser momentáneo.
Si bien la inflación de México va disminuyendo, y está por debajo del 6 por ciento, para terminar más abajo a final de año, todavía no se puede cantar victoria porque muchos precios de productos nacionales van a quedar en precios altos.
LA GASOLINA NO SERÁ MÁS BARATA
En el caso específico de la gasolina, que se compra a los Estados Unidos, no hay una relación directa con el precio del peso frente al dólar, porque la fórmula para obtener el precio por litro es compleja e incluye el precio del petróleo, de la logística, la ganancia del distribuidor y el subsidio que aplican los gobiernos, por eso el calculo es variable y no se puede obtener fácilmente.
“Pero no creo que se vea reflejado la ganancia de la paridad del peso frente al dólar para que veamos precios por litro de gasolina más barato. Esto no va por ahí y hay que entenderlo de esta manera”, dijo.
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El dólar más barato tiene pocos beneficios, como poder comprar algunos productos en Estados Unidos que siguen a buen precio, pero hay otros que están altos, las armadoras pueden tener ganancia en este momento o bien comprometer la mercancía y fijar el precio del dólar porque se espera que el peso se devalúe más adelante.
“Algo irónico es que las personas que trabajan en Estados Unidos, envían dólares a sus familiares en México y evidentemente es al revés, ellos están perdiendo con el peso ganándole terreno al dólar”, explicó.
