¡Aguas! Profeco revela las marcas de jamón que NO cumplen con los estándares
Descubre las marcas de jamón en México que no cumplen con los estándares de calidad, según un reciente estudio de la Profeco
El jamón es un alimento esencial en muchas cocinas mexicanas, utilizado frecuentemente en sandwiches, acompañado con huevo, o como parte del lonche escolar. Dada su popularidad, es crucial que los consumidores seleccionen las mejores marcas disponibles en el mercado para asegurar la calidad y seguridad de este embutido.
Sin embargo, un reciente estudio realizado por el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor ha revelado que algunas marcas de jamón disponibles en el mercado mexicano no cumplen con los estándares de calidad que anuncian, y en algunos casos, incluso omiten información relevante o se encuentran fuera de las normas establecidas.
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Este análisis, cuyos resultados están publicados en la Revista del Consumidor del mes de agosto de 2020, incluyó más de 570 pruebas en 44 productos de diferentes marcas y clasificaciones.
CÓMO SE REALIZÓ EL ESTUDIO
El estudio, realizado entre el 24 de marzo y el 10 de junio, examinó diversas características de los productos de jamón disponibles en el mercado mexicano. Entre los aspectos evaluados se incluyen:
- Calidad sanitaria
- Calorías
- Carbohidratos
- Fécula
- Grasa
- Humedad
- Proteína
- Sodio
- Tipo de carne utilizada
Estas pruebas se llevaron a cabo para asegurar que los productos cumplen con la Norma Oficial Mexicana (NOM-158-SCFI-2003), que regula las denominaciones y clasificaciones comerciales, especificaciones fisicoquímicas, microbiológicas, organolépticas, información comercial y métodos de prueba para productos de jamón.
PRINCIPALES MARCAS DE JAMÓN QUE NO CUMPLEN CON LO QUE PROMETEN
El análisis arrojó varios resultados preocupantes. Algunas marcas de jamón no cumplen con el contenido de carne que anuncian, mientras que otras omiten información crítica en sus etiquetas o se encuentran fuera de las normas vigentes. A continuación, se detallan algunos de los hallazgos más destacados:
- Bafar, jamón de pavo 400g, y Duby, jamón cocido de pavo 500g: Estas marcas contienen un 4.7% y 4.6% menos producto, respectivamente, de lo que anuncian en sus etiquetas, incumpliendo así con la cantidad de contenido prometido.
- Galy, jamón cocido de cerdo y pavo a granel: Este producto no cumple con el porcentaje mínimo de cerdo que debe tener, ya que contiene solo un 51.5%, cuando el mínimo requerido es del 55%.
- Parma, jamón de pierna york 200g: Este producto no indica su clasificación comercial en la etiqueta, lo que representa una omisión significativa.
- Sparta Cocido, jamón de pavo y cerdo de 1 kg: Este jamón no debería usar la denominación “jamón” ya que contiene pollo que no declara en sus ingredientes. Al ser requerido por las autoridades, el fabricante mostró un cambio en la formulación y una nueva etiqueta para el producto.
- Duby 500g, jamón cocido de pavo: Este producto se denomina “jamón cocido de pavo”, pero la totalidad de la carne utilizada no corresponde al muslo de pavo, como lo exige la norma NOM-158-SCFI-2003.
- Lala Plenía, jamón virginia de pavo 250g: Este producto no indica en la etiqueta el porcentaje de proteína de soya adicionada. El fabricante mostró un cambio de etiqueta para corregir esta omisión.
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ESTAS MARCAS SE ENCUENTRAN FUERA DE LA NORMA
El estudio también identificó varias marcas que están fuera de la norma:
- Parma Campestre, Jamón de pierna 250g: Este producto se ostenta como “fino”, pero contiene fécula, lo cual no es permitido en esa clasificación. El fabricante ha mostrado un cambio de etiqueta para ajustar la categoría a “preferente”.
- Cuadritos, jamón virginia de pavo/a granel: Este producto no cumple con el porcentaje de proteína libre de grasa, según la clasificación “preferente” que ostenta.
- Parma Sabori, jamón virginia de pavo 250g: No cumple con el 25% de reducción de sodio para ostentarse como “reducido en sodio”.
- San Rafael, jamón real pierna 300g: Contiene almidón que no declara en sus ingredientes.
RECOMENDACIONES PARA LOS CONSUMIDORES
Ante estos hallazgos, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), encabezada por Ricardo Sheffield Padilla, ha emitido una serie de recomendaciones para que los consumidores puedan tomar decisiones más informadas al momento de adquirir jamón:
1. Revisión de Etiquetas: Es importante revisar detenidamente la etiqueta del producto para asegurar que se cumplan los estándares de calidad y que no se excedan los niveles recomendados de ingredientes como sodio, grasa y carbohidratos.
2. Comparar Productos: Se recomienda comparar diferentes marcas y tipos de jamón, ya que un jamón de categoría fina puede tener un precio similar al de uno extrafino.
3. Considerar Ingredientes Adicionales: Algunas marcas incorporan ingredientes no cárnicos, como proteína de soya, almidones o féculas, cuyo objetivo es sustituir parte de la carne con un aporte proteico. Estos ingredientes pueden ser utilizados para aumentar la capacidad de retención de agua del producto, lo que puede afectar su calidad y valor nutritivo.
4. Almacenamiento Adecuado: Es crucial mantener el jamón en refrigeración para preservar su frescura y evitar la proliferación de bacterias.
5. Precauciones para Personas Alérgicas: Se recomienda a los consumidores con alergias alimentarias, como al gluten, la leche o la soya, que revisen las etiquetas para evitar reacciones adversas.
El estudio del Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor, de la Profeco revela la importancia de estar bien informado al momento de adquirir productos de jamón en el mercado mexicano. Con la gran variedad de opciones disponibles, es esencial que los consumidores seleccionen productos que no solo sean atractivos en precio, sino que también cumplan con los estándares de calidad y seguridad alimentaria.