¿Bebes agua de una rellenadora? ¡Cuidado!... estos son los riesgos de Salud
Las rellenadoras de agua se han convertido en un negocio redituable, no sólo por la amplia demanda de agua purificada, sino también por la opacidad que rodea este tipo de negocios
En México el acceso al agua es un Derecho Constitucional asentado en el Artículo 4, donde se establece que “toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible”. Sin embargo, la realidad es que alrededor de 54 millones de mexicanos carecen de los servicios de agua potable, drenaje y saneamiento de manera continua.
Prácticamente todas las fuentes superficiales de agua en México (ríos, lagos, presas, etc.) tienen algún tipo de contaminación, y el saneamiento no es una práctica constante. En el subsuelo pasa algo similar, una gran parte de los pozos de agua contiene algún tipo de material contaminante, como metales pesados.
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Al final, más del 60% del agua que llega hasta los grifos en México tiene algún tipo de contaminación, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Como consecuencia, cada vez menos personas se atreven a beber agua del grifo, lo que ha generado la proliferación del consumo de agua envasada. Un estudio del BID determinó que más del 80% de los mexicanos consumimos agua embotellada. Aunque esta opción parece ser una solución, ha surgido un problema de salud pública debido a la proliferación de negocios de rellenado de agua con prácticas insalubres y que operan en la clandestinidad.
De acuerdo con INEGI existen más de 24 mil rellenadoras a nivel nacional. Sin embargo, este número podría ser mucho mayor, ya que una gran cantidad opera de manera irregular. Por ejemplo, muchos de estos giros están instalados en garajes, patios o bodegas; obtienen el agua del grifo (a veces sin pagarla) y la venden después de pasarla por filtros que reciben poco mantenimiento o a través de procesos alejados de las buenas prácticas.
¿QUÉ SON LAS RELLENADORAS?
En palabras simples, las rellenadoras son pequeños negocios dedicados a rellenar envases con agua potable y purificada para consumo humano. Es decir, toman el agua de fuentes de abastecimiento local y la someten a un procedimiento de desinfección, purificación y/o filtrado para hacerla apta para el consumo humano y así poder venderla a los consumidores.
A diferencia de otros servicios de venta de agua purificada, las rellenadoras no cuentan con sus propios envases, como su nombre lo indica, simplemente rellenan recipientes que los propios consumidores llevan a sus estaciones y esto les permite ofrecer el líquido a un menor costo.
Así es como comienza la popularidad de las rellenadoras, pues la oferta económica de este tipo de negocios ha hecho que las familias las elijan como alternativa para ahorrar un poco de dinero.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS DE BEBER AGUA DE RELLENADORAS?
Las rellenadoras de agua se han convertido en un negocio redituable, no sólo por la amplia demanda de agua purificada, sino también por la opacidad que rodea este tipo de negocios.
Investigaciones demuestran que las fuentes de abastecimiento de estos negocios son inseguras, ya que toman el agua que proviene de los organismos operadores nacionales o locales y estos no garantizan la potabilidad del agua. Según estos estudios el 70% de los establecimientos que ofrecen el servicio de rellenado de envases no cumple con los estándares necesarios de limpieza, poniendo en peligro la salud de los consumidores por la presencia de bacterias nocivas, como E. Coli.
Consumir agua contaminada puede afectar severamente nuestro organismo, pues la hidratación es una función importante para la vida humana. Instituciones de salud aseguran que los efectos pueden ir desde dolor de cabeza o cansancio, hasta malestares estomacales agudos, incluso posibilidad de contraer enfermedades mortales.
Ante ello, la inversión en agua de calidad no sólo es una decisión saludable sino también económica a largo plazo, ya que consumir agua contaminada puede resultar en gastos significativos en atención médica y tratamientos, incluso arriesgar la vida.
Por esta razón, la organización Agua en México recomienda, en primer lugar, no tomar agua de rellenadoras; y en la segunda instancia, si se toma la decisión de consumirla, exigir a este tipo de negocios que brinden agua de calidad y a las autoridades que cumplan con su papel de supervisarlas.
¿CUÁLES SON LOS REQUISITOS DE OPERACIÓN DE UNA RELLENADORA?
A nivel nacional, estatal y local las autoridades tienen la responsabilidad de vigilar la salud y la calidad del agua que le llega a la población que está a su cargo, por lo que deben de verificar tres cosas:
• Avisos de funcionamiento de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).
• Estudios bacteriológicos
• Buenas prácticas
A pesar de que las rellenadoras no pueden operar si no cuentan con estos requerimientos, el problema radica en que no se les da seguimiento. La ley indica que los avisos de funcionamiento tienen una vigencia, así como los estudios bacteriológicos, los cuales se deben de hacer de manera periódica, pero a pesar de este ordenamiento legal no hay una exigencia hacia las rellenadoras y tampoco se les da seguimiento.
La supervisión a estos establecimientos es escasa y abrirlos es tan sencillo, que incluso si los clausuran, pueden volver a montar el negocio en una zona cercana con otro nombre. El riesgo principal está en que los procesos no sean los correctos, pues ha sabido de casos en los que, por ahorrarse mantenimientos, capacitación de empleados y los trámites ante instancias correspondientes deciden rellenar con agua del grifo.
Información de organismos especializados comprueba que no existe certeza sobre la calidad del agua de las rellenadoras, dado que el agua que suministran viene contaminada de origen. Francisco Bustamante resalta que existe una situación de mala calidad del agua a nivel nacional, pues datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) revelan que más del 60% de las fuentes de abastecimiento de agua potable están contaminadas, esto quiere decir que es muy probable que el agua que llega a los hogares mexicanos no es segura.
Sólidos suspendidos, químicos, metales pesados y coliformes fecales, son sólo algunos de los elementos presentes en el agua del grifo, razón por la cual las familias mexicanas se han visto en la necesidad de buscar diferentes medios para obtener agua para consumo humano, no obstante, el agua de las rellenadoras no es la mejor opción.
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¿CÓMO SABER SI EL AGUA DE UNA RELLENADORA NO ES CONFIABLE?
Existen algunos tips que se pueden tomar en cuenta para identificar si el agua de alguna rellenadora está contaminada, entre ellas:
Verificar olor, sabor y apariencia. El agua es por naturaleza, transparente, inolora e insípida, por lo que, si detectamos que el agua presenta algún sabor, agradable o desagradable, algún olor extraño, o bien, que no es totalmente transparente, es turbia o tiene partículas flotantes, lo más probable es que se trate de agua contaminada.
Pedir documentación. Se puede acudir directamente a la rellenadora para saber cuál es su fuente de abastecimiento, solicitar que los permisos de funcionamiento y que éstos estén vigentes
Desconfiar de los repartidores. De acuerdo con Agua en México, existen muchos casos en los que se ha detectado que gran porcentaje del agua que entregan los repartidores es agua directamente de la llave, sin ningún tratamiento.