¿Qué le pasó a Laika? El fatal destino de la perrita lanzada al espacio
Han pasado 66 años desde el lanzamiento de Laika al espacio; convirtiéndose en el primer ser vivo en la órbita de la Tierra
El 3 de noviembre de 1957, una joven perra callejera de Moscú fue envida al espacio abordo del satélite Sputnik 2 con el fin de convertirse en el primer ser vivo en la órbita de la Tierra; sin embargo, Laika falleció a las pocas horas del lanzamiento, esto debido a que la nave se sobrecalentó, dejando también el precedente de ser el primer ser vivo en morir en la órbita terrestre.
No fue hasta 45 años después, en 2002, cuando se supo la horrible verdad oculta. Inicialmente, el Gobierno de Rusia había informado que Laika sobrevivió seis días en órbita hasta quedarse sin oxígeno, posteriormente, la perrita había sido sometida a eutanasia antes de agotar su suministro de oxígeno.
Sin embargo, la realidad sería otra: Laika fue enviada con el fin de investigar si un ser vivo podría resistir las condiciones de la órbita y los efectos de la gravedad en su sistema, para determinar si el ser humano podría tripular algún día una nave espacial; por lo que ya era un hecho de que la “lomito” no sobreviviría a la misión, pero sería un sacrificio “justificable” como avance científico.
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Cabe destacar que el 4 de octubre de 1957, la Unión Soviética -en medio de una inalcanzable Guerra Fría con Estados Unidos, donde el principal objetivo era espiarse- lanzó Sputnik 1, el primer satélite artificial en orbitar la Tierra, con un diámetro de 58 centímetros y un peso de 83 kilogramos, equipado con dos transmisores de radio, cuatro antenas exteriores y diversos instrumentos para medir temperaturas tanto internas como externas. Acontecimiento que capturó la atención global y dejó legado para la siguiente misión: enviar a un ser vivo al espacio exterior.
Sin embargo, Laika no era el primer animal en experimentos espaciales; en 1951, doce perros había sido enviados al espacio en vuelos balísticos.
¿CÓMO ERA LAIKA?
Laika era una perrita callejera mestiza, con rasgos de una posible mezcla entre razas nórdicas como husky y terrier. La “lomito” fue encontrada vagando por las calles de Moscú y seleccionada para la misión debido a que suponían que los perros callejeros estarían mejor adaptados a condiciones extremas como frío y hambre.
La perra pesaba cinco kilos y tenía un aproximado de tres años de edad; aunque originalmente se llamaba Kudryavka, que significa “Rulitos”; la describían como un animal de buen temperamento, ya que no se mostraba agresiva con otros perros, destacando que era “tranquila y encantadora”, de acuerdo con Vladimir Yazdovsky, quien dirigía el programa de perros de prueba para vuelos espaciales.
En su hocico oscuro con una mancha blanca en su extremo y una nariz negra siempre húmeda, siempre se marcaba una especie de “sonrisa” y el tiempo viviendo en las calles entre la nieve, segura que había encontrado un hogar.
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¿A QUÉ SOMETIERON A LAIKA?
Entre las primeras actividades se encontraban acostumbrarlos a un espacio reducido en el que serían confinados, lo que inicialmente les causó estrés, provocando que dejaran de orinar y defecar.
Además, fueron sometidos a centrifugadoras para simular la aceleración del cohete durante el lanzamiento y expuestos a ruidos que replicaban los que escucharían al inicio de la misión; lo que les provocó aumento en su frecuencia cardíaca y presión arterial.
Su dieta consistía en un gel de alto valor proteico, que sería su único alimento en el espacio; pero sabrían que los animales no sobrevivirían al viaje y perderían la consciencia.
EL LANZAMIENTO DE LAIKA AL ESPACIO
El Sputnik 2 despegó a las 7:22 hora de Moscú el 3 de noviembre de 1957, fue equipada con un traje espacial y un arnés, que actualmente se exhibe en el Museo Memorial de la Cosmonáutica.
Así como fue intervenida para conectar cables que medirían su pulso y presión arterial, mismo que mostró que durante la máxima aceleración del despegue, el ritmo respiratorio de Laika se incrementó entre tres y cuatro veces, y su frecuencia cardíaca aumentó de 103 a 240 latidos por minuto.
Una vez en órbita, la punta cónica de la nave se desprendió exitosamente; sin embargo, la otra sección conocida como “Blok A”, no lo hizo, resultó en un mal funcionamiento del sistema de control térmico, elevando la temperatura interior del Sputnik 2 hasta los 40 grados Celsius.
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Tras tres horas de viaje, el pulso de Laika se estabilizó, pero este tardó tres veces más en comparación con los entrenamientos previos, señalando la “lomito” sufrió un nivel elevado de estrés.
En octubre de 2002, el científico Dimitri Malashenkov, quien había formado parte del proyecto Sputnik 2, reveló que Laika había fallecido entre cinco y siete horas después del lanzamiento debido a estrés y sobrecalentamiento.
La muerte de Laika, incluso la versión divulgada por la Unión Soviética, generó controversia a nivel mundial; le rindieron homenajes alrededor del mundo y de diversas formas, desde estampillas, canciones y poemas hasta marcas de chocolate y cigarrillos que llevaban su nombre.
Siendo este 3 de noviembre, 66 años desde el lanzamiento de 1957 y la muerte de la famosa perra Laika, recluida para el programa espacial Sputnik 2 y quien sea el primer ser vivo en el espacio.