Mafer y Cecilia Suárez hermanas, cómplices y asesinas

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/ 2 marzo 2016

    La directora de escena y la actriz comparten algo más que los lazos de sangre, también su gusto por el cine; Mafer dirigió seis episodios de Mujeres asesinas y en uno de ellos Cecilia estuvo bajos sus órdenes.

    México, D.F. .- Mujeres asesinas es una serie no sólo de entretenimiento, sino que tiene otros objetivos más profundos. El primero de ellos es hacer sentir al espectador, más que pensar, pues es a través de las emociones internas que se puede generar una reflexión individual.

    Esta es la percepción de la directora de escena Mafer Suárez, quien participó en seis de los 13 episodios de la producción de Pedro Torres que ahora se transmite martes y jueves por TVC en el canal 207 de Cablevisión y que para el 25 de septiembre se abrirá camino en televisión abierta, a través de canal 5.

    "No es sólo de entretenimiento, es una serie que por el tema de violencia y la forma en que está abordada necesariamente va a llevar a la gente a que reflexione algo, a que piense, se vea en el espejo, a que algo le pase, porque si no ¿para qué hacemos esto? Yo no y menos sobre un tema como los que estamos viviendo en pantalla", aseguró Mafer Suárez en entrevista exclusiva con Excélsior.

    Para la cineasta tamaulipeca cumplir dos objetivos particulares fue de vital importancia para lograr los elementos visuales que ahora pueden disfrutarse y sufrirse en pantalla.

    El primero era caminar junto a los actores de tal manera que se entregaran por completo a sus personajes e historias, para que todos los involucrados se sintieran satisfechos con el resultado independientemente de lo que dijera de él, el espectador.

    "El segundo era que la gente sintiera, no que pensara, ¡que sintiera! Porque a partir del sentir, uno piensa mejor y de otra manera. Ya lo que piensen es de cada uno, pero que sientan es mi responsabilidad y estoy muy feliz porque sé que está sucediendo", aseveró.

    La también hermana de la actriz Cecilia Suárez relató que esta es la primera ocasión en que realiza un trabajo con la temática de la violencia hacia las mujeres, pero que desde el inicio del proyecto la trataron con tal cuidado de manera que nada de lo expuesto es gratuito.

    "Tuve plena libertad de hacer mi trabajo, mis capítulos no están censurados para nada, pero se trata de violencia interna más que externa que es mucho más cruda, porque te lleva a que sientas y reflexiones cosas. Acepté el proyecto porque pensé que yo también debía dejarme tocar por lo que debía hacer", explicó la productora de Del olvido al no me acuerdo (1999).

    Es por ello que no juzgó a los personajes, más bien analizó las situaciones para entenderlas, descubriendo que la violencia dominante era interna más que física, aunque desde luego, sin dejar de lado las escenas en que se requería de ser explícitos.

    "La violencia hacia el espectador es una violencia consciente, no gratuita, que está en contexto de lo que los personajes están viviendo y me parece corta en relación a la de la vida real, aunque aquí está ficcionada. Puede haber una cachetada, una golpiza como la que le dieron a Jéssica Tóxica, pero la violencia visual es muy poca, la violencia interna la que destruye, ofende, humilla, la que hace que duela, esa es la más presente y es la que viven las mujeres en México y en el mundo y los hombres también. ¡De eso hay que hablar!", precisó la directora del mediometraje Lo de menos (2004).

    La directora agregó que el primer capítulo grabado de la serie, Jéssica Tóxica con Alejandra Barros, despertó en la producción emociones entrañables, por la novedad de la experiencia que después alentó todo el proyecto.

    "Era nuestra primera vez, estábamos entusiasmados, emocionadísimos, fue un desbordamiento tal que cuidamos con un esmero del que no éramos muy conscientes, pero el resultado fue increíble y nos empezamos a enamorar de cada una de las asesinas de una manera ciega, absoluta", destacó.

    De acuerdo al orden de grabaciones, Suárez también dirigió Margarita Ponzoñosa con Isela Vega; Mónica Acorralada con Irán Castillo y Ofelia Medina; Patricia Acorralada con Damayanti Quintanar y Alexis Ayala; Cándida Esperanzada con Lucía Méndez, Aarón Hernán, Alberto Estrella y Patricia Reyes Espíndola; y el último fue Ana Corrosiva con su her mana menor Cecilia Suárez, el actor Julio Bracho, Vanessa Bauche y Verónica Jaspeado.

    "Con mi hermana Cecilia ya había trabajado, pero no en cine, porque yo considero a Mujeres asesinas como hacer cine. Es la primera vez que trabajamos juntas y fue una experiencia fuera de serie, fuimos absolutamente felices y me siento orgullosa de tener a un productor como Pedro Torres en cosas tan humanas y sensibles como el hecho de que yo trabajara con mi hermana", destacó.

    La directora explicó que en este trabajo ambas hermanas pudieron separar el lapso familiar para convertirlo en el laboral requerido.

    "Al mismo tiempo ese lapso lo usamos para poder estar entendiendo al personaje, trabajamos muy en serio y de repente en los cortes en los que esperábamos la iluminación volvíamos a ser como hermanas y jugábamos un poco entre nosotras. Eso fue una experiencia excepcional para mí y creo que para ella también", detalló.

    La también productora del documental de Juan Carlos Rulfo titulado El abuelo Cheno y otras historias (1994) apuntó que los actores y actrices también quieren hacer cosas que los prueben en su profesión.

    "Quieren cambiar, ir al fondo, arriesgarse, por ejemplo, Irán Castillo nunca había hecho un personaje como el que hizo conmigo. Lo que la gente quiere ya no es entender, lo que quieren es sentir, sigo convencida de que a partir de que uno siente, entonces puede cambiar, no al revés, aunque es personal. Las emociones movilizan, el pensamiento no siempre", reiteró.

    Mafer Suárez ya se prepara para la segunda temporada de Mujeres asesinas para la que se evalúan diferentes candidatas para iniciar las grabaciones.

    Dentro de la segunda etapa de la serie, se tiene contemplado llevar a la ficción historias reales de mujeres mexicanas que hayan cometido homicidio por lo que ya existen algunos guiones escritos por la propia Suárez y Carlos Pascual basados en notas informativas.

    "El resultado de ese esfuerzo se quedó en la mente de Pedro reverberando y probablemente lo rescatemos, lo cual sería mi sueño, porque esta serie es absolutamente mexicana en todo, excepto en su concepción original en términos de guión que viene de Argentina de gente muy talentosa y brillante. Lo único que nos falta es sacar historias nuestras, sacadas de nuestra vida más cercana con un contexto mucho más mexicano", concluyó la realizadora.


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